Los rayos de Sol que se colaban por mi ventana a medio cerrar hicieron que despertara temprano aquella mañana. Sin tan siquiera abrir los ojos, aquel dolor de cabeza tan típico de los Domingos me invadió por completo, haciendo que acariciara mi frente suavemente mientras fruncía el ceño. Debía dejar de emborracharme de aquella manera, pensé. Además la boca aun me sabia a ginebra.
Aun con los ojos cerrados, intente recordar algo de la noche de ayer, con escaso éxito.Abrí los ojos lentamente para que estos se acostumbraran a la luz con mis manos todavía en mi sienes, necesitaba una pastilla urgentemente, o de lo contrario ese maldito dolor de cabeza acabaría conmigo.
Gire la cabeza levemente hacia mi derecha, y ahí estaba el. Suspire.
Alargue mi mano para alcanzar mi IPhone, el cual descansaba sobre mi mesita de noche, y lo desbloquee.
Las 10:45, 21 de Septiembre.
Ni un mes, ni un jodido mes habia tardado en volver aquella sensación que tan familiar me era.Volví a mirar hacia donde David descansaba plácidamente ajeno a lo que rondaba en mi cabeza. Su oscuro pelo caía suavemente sobre sus masculinas facciones y su morena espalda parecía atraer los rayos del sol de una manera asombrosa.
Eres una autentica imbécil, pensé.
Salí de la cama haciendo un gran esfuerzo, me dolía hasta el ultimo centímetro de mi pequeño cuerpo.
Definitivamente debía dejar aquella vida, o al menos dejar de beber como un cosaco.
Me tape con la sabana y salí de la habitación intentando hacer el menor ruido posible para que David no se despertara, no me sentía capaz de hacerle frente en aquellos momentos.Camine hasta la cocina mientras hacia estúpidas muecas debido al dolor de pies que me habían proporcionado mís preciosos e incómodos zapatos la noche anterior.
Busque un bote de analgésicos, y cuando lo encontré me eche a la boca dos capsulitas mientras bebía un largo trago de agua.Necesitaba una ducha. Asi que con el mismo sigilo con el que había salido, entre a mi habitación, pero a pesar de mis intentos, David me esperaba despierto.
-Buenos días -Sonrió de manera jodidamente adorable, lo que me hizo sentir aún peor, si eso era posible-
-Hola -Sonrei de manera forzada-
-¿Donde estabas? -Preguntó clavando sus profundos ojos verdes en mi mientras colocaba las manos tras las cabeza-
-Fui a la cocina a por un analgésico
-Desvíe la mirada--¿Estas bien? -Dijo preocupado mientras se incorporaba-
-Si, no es nada, solo me duele un poco la cabeza -Dije sin darle importancia-
-¿Seguro? -Pregunto preocupado-
-Si -Sonrei falsamente mientras me odiaba cada vez más- Voy a darme una ducha -Le avisé-
-¿Quieres que vaya contigo? -Sonrío-
-Mmm... -Dude unos instantes- Prefiero ir sola -Camine hasta el baño sin esperar una respuesta por su parte-
Cuando entre al baño me deshice de la sabana tirándola al suelo y entre en la ducha. Abrí el grifo del agua caliente y permanecí bajo esta durante algunos minutos, inmóvil, pensando en todo y en nada a la vez.
Supongo que pretendía que al igual que hacia con el agua, el sumidero se tragara también mis problemas.¿Que estas haciendo? Me preguntó la voz en mi cabeza a la que hacia callar constantemente.
Permanecí bajo el agua durante algunos minutos mas, hasta que la cara de David apareció frente a mi.
-¿Que haces aquí? -Pregunte mientras cerraba el grifo-
-Tardabas demasiado y me aburría -Se encogió de hombros-
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All I wanted/Justin Bieber/Terminada/Editada
Fanfiction¿Como creer en algo que nunca has sentido? EDITADA