Termine de elegir mi ropa y dejándola sobre la cama, fui hasta el baño para lavar mis dientes, hacer algo con mi pelo y maquillarme. Cuando terminé, salí a la habitación, me vestí, cogí mi bolso y fui en busca de Aria.
-Estoy lista -Dije asomándome a la puerta de su habitación-
-Y yo -Dijo Aria cogiendo su bolso y guardando su cartera en el- ¿Nos vamos? -Yo asentí-
Amaba Nueva York en esa época del año, cuando el frío comenzaba a arreciar. Sin saber muy bien el porque, ya desde pequeña había amado esta ciudad a pesar de no conocerla y de prácticamente no tener ni idea de donde estaba, pero es que recuerdo la primera vez que vi solo en casa ¿Sabeis que película os digo? Desde aquel preciso instante me enamore de Nueva York, y bueno aun sigo enamorada de esta extraña y perfecta ciudad.
Yo antes vivía en España, Barcelona para ser mas exacta.
No fue hasta que tenia casi 16 años cuando vine a vivir aquí.
Mis tontos y estúpidos pensamientos y deseos de niña pequeña... Desde que vi esa película yo había querido ser como el niño rubio que era su protagonista, quería estar sola en esta gran ciudad llena de extraños y vivir mil aventuras. Que ingenua era.
Pero bueno creo que al final puedo decir que prácticamente hice realidad mi sueño.Lo que mas me gustaba de Nueva York, era la total libertad que sentías, eso, y lo independiente que podía llegar a ser la gente. Además me gustaba pensar que a pesar de estar sola, nunca lo estabas realmente.
Desde que comencé a vivir aquí, me hice una persona bastante independiente, mas a la fuerza que por merito propio, todo hay que decirlo, pero bueno.Pensándolo bien, creo que venir a vivir aquí fue uno de los pocos motivos para sonreír, por no decir el único, que me dio mi padre en toda mi vida, siempre he pensado que el habernos quedado en Barcelona me habría destruido.
Pero bueno, esto no viene muy al caso.
Aria y yo salimos de nuestro pequeño apartamento, el cual llevábamos 3 años compartiendo.
Os aseguro que no podría tener a nadie mejor con quien vivir, y eso que a veces me sacaba de quicio, pero no se, ambas nos complementábamos a la perfección a pesar de que Aria era ordenada, cuidadosa, limpia, y yo era todo lo contrario.
Cuando comenzamos a compartir piso yo era todo un desastre, y bueno, aun lo sigo siendo. No sabia ni como coger una fregona, y claro, ser un desastre y vivir con Aria era algo incompatible. Recuerdo el primer día que llego al apartamento, en el que yo anteriormente vivía sola, y casi muere de un infarto al ver el desastre que había.
Menos mal que llevábamos años siendo amigas y conseguí convencerla de que se quedara tras prometerle que yo limpiaría todo y que cambiaría.
Cambiar he cambiado, no me he vuelto una maniática de la limpieza como Aria, pero al menos no soy el desastre que era.Aria y yo caminamos entre aglomeraciones de gente, las cuales a pesar de vivir en la misma ciudad que nosotras eran y serian unos completos desconocidos.
Tras unos 40 minutos caminando, llegamos a lo que podríamos llamar uno de nuestros rincones favoritos de la ciudad, un pequeño restaurante familiar, no muy concurrido, que tenia la mejor lasaña del mundo. Yo amaba la lasaña en general, fuese de donde fuese, pero si era de ahí, podía salir con 2 kilos de mas cada vez que ponía los pies.Aria y yo nos sentamos en nuestra mesa de siempre, una pegada a un gran ventanal desde el cual se veia un pequeño parque.
A Aria y a mi nos gustaba imaginarnos las historias y vidas de las personas que por allí caminaban mientras disfrutábamos de una buena comida.-¡______, Aria! -Exclamo el guapo camarero- ¿Como estáis? -Nos saludo Leo, el hijo mayor de los dueños del restaurante mientras se acercaba a nuestra mesa-
-Genial -Sonreí-
-Muy bien ¿Y tu? -Pregunto Aria coqueta-
-Yo no me puedo quejar, y menos teniendo clientas tan hermosas como ustedes -Sonrió-
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All I wanted/Justin Bieber/Terminada/Editada
Fanfiction¿Como creer en algo que nunca has sentido? EDITADA