IX - FLORES MORADAS

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    Con mi forma de amar causé el daño más grande que había hecho, yo te compensaré al final con mi muerte, mis letras y el fracaso del desamor. Con las líneas de mi poesía, no tengo más que darte que todo lo que ofrecí. Reconozco que en mi tiempo de juventud, tuve varios amores, pero este me causaba temor al imaginar perderlo. Quien había perdido todo había sido yo e incluso me perdí a mi mismo por tratar de salvar a quien sabía que jamás me salvaría de este oscuro lugar. Mi vida estaba igual que un navío a la deriva, no encontraría a alguien que me hiciese navegar igual que tú lo lograste, la forma en que se movía, me miraba, y enviaba besos, era una dulce y cruel forma de hacerme sentir que no podía vivir sin él. Al intentar mantener o recordar cuando le amaba, me terminaba doliendo el alma. 

     ¿A dónde van aquellos que quedan con el alma hundida y el corazón frágil? ¿Dime qué haré con los días de noviembre? ¿Qué hago con la cruel creencia del que siempre seria mío? Dime maldita seas, levanta la mirada y mira al profundo cielo... Me sentía el dueño del mundo junto a un atardecer que moría cuando sus lágrimas danzaban por sus mejillas, entendí profundamente que me amaba, entendí que sería él quien me esperaría después del ocaso, pero aquel día jamás llegó. No podrás olvidar de la noche a la mañana, pero el tiempo sana tan rápido que noviembre no acaba, sino que se hacía eterno y al tiempo podía morir. Era justo cuando me acercaba a un gran risco, el aire en mis pulmones y sin más preámbulos recitaba en sunombre:


FLORES MORADAS
Flores marchitas
en el florero yacían,
Sus pétalos muertos
que recibían lágrimas dolidas
Capullos que no florecen
ante la luz del día,
Amor que no desvanece
la muerte necesita,
Recuerda entre en llanto
los días que regocijan,
Al corazón de cristal
que en él nacían flores marchitas.
Pétalos oscuros
muda dejan la poesía,
¡Oh rostros extraños
entre tinieblas observan

Las luciérnagas fantásticas
juntan las sombras vanas
De noches en lágrimas sin calma!



25 DE NOVIEMBREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora