Aterrada al pie de la cama, sollozaba porque no hallaba calma. Mi amado se vestía de gala, se paseaba encantado por todos los rincones de la habitación, aunque exactamente no era de noche, lo parecía; el cielo se oscureció y el reloj empezó a retumbar a las cuatro en punto.
Delfilia apretó mi mano y un suspiro de amor y vida valiente por mi boca salió, el alma a mi cuerpo volvió, abriendo mis labios para musitar mis últimas palabras... «"¿Por qué en mi mundo todo es soledad?» pregunté", y Delfilia aguardó, miró mi rostro y solo mi boca abierta, escuchó atenta; «Antes de partir oídme bien, ve y dile a mi amado estas palabras; Hoy que ansioso espera mi muerte... yo espero que se enamore de alguien que siempre responda a él... a sus llantos y mensajes de auxilio... Y sobre todo, que nunca le deje ir a dormir estando triste y pensando que no es amado. Espero eternamente en mi lecho... que se enamore de alguien que tome su mano cuando llegue la oscuridad y le lleguen los miedos. Solo espero que se enamore de alguien que vea galaxias en sus maravillosos ojos y no las lágrimas que yo vi... y que oiga las mejores melodías en los latidos de tu corazón. Enamórese de alguien que le haga sonreír a todo momento, incluso cuando recuerdes mi lecho. Espero y él... nunca le abandone, incluso en sus sueños, y que tampoco le deje morir como me dejó morir muchas noches. Espero y logre amarle en todos sus aspectos, incluso cuando es amargado, hace berrinche y cae enfermo, y aun así... siga amándole como yo sigo haciéndolo. Espero y le abrace bajo la lluvia y grite a los cuatro vientos que verdaderamente le ama, y le abrace cuando llegue el invierno. Espero y él le recuerde a diario lo hermoso que es en todas sus facetas y personalidades, y solo pueda tener ojos para él... y que cada día más se enamore de él, porque así como se despidió de mí, hoy mi cuerpo y alma también lo hacen... para morir e irse sin él".» Finalicé mientras su espectro destruía todo en la habitación, y entendía el valor del suceso; entendía la muerte, lanzándose a mí y besando mis labios, depositando su veneno mortal que rápidamente entró en mi cuerpo y fue directo a mi corazón, y esto en menos de un segundo lo destruyó.
Tomando mi alma de sus brazos, para llevársela a vivir en el horrible infierno. Delfilia sintió como el pulso abandonó mi mano, y se lanzó a mí para oír mi último latido, llorando desconsolada y afligida ante mi frío cuerpo. Los animales sollozaban aún más fuertes. El reloj se detuvo.

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25 DE NOVIEMBRE
Ficção AdolescenteVeinticinco de noviembre: muchas veces pensamos que el amor nunca acabará, y que cuando lo haga, sabemos que dolerá. Hay almas que el destino juntó con un solo propósito, amarse hasta el final. El amor verdadero solo nace de dos personas que hacen l...