—¿A qué vamos al muelle? —Taemin no podía más con la curiosidad y decidió preguntarle de una vez al alto.
—Negocios. —Respondió sin cambiar su expresión, que después de esa llamada se había vuelto muy seria.
¿Negocios? ¿Qué clase de negocios se hacían a las 2 de la madrugada?
Taemin no preguntó nada más y solo volteó a ver por la ventana. Minho tampoco dijo nada más, estaba concentrado en llegar al lugar y sobre todo, que la entrega del armamento saliera sin ningún inconveniente. Lo último que necesitaba era un escándalo o a la policía rondando por el lugar.
Al cabo de unos minutos, Taemin pudo ver el muelle frente a ellos, pero Minho siguió conduciendo y pasó de largo la entrada principal de este. Llegaron a una entrada lateral, en la cual habían varios hombres custodiando. Rápidamente dejaron pasar el vehículo cuando vieron que se trataba de su jefe. Llegaron al último muelle del puerto, en el que estaban 4 hombres, muy bien vestidos. Minho estacionó el auto y apagó el motor, para luego salir de este y rodear el vehículo para que el menor lo acompañase.
Taemin sentía que algo no andaba bien en el lugar. Todo se veía demasiado sospechoso. Estaban en el muelle más alejado, el cual se veía que ha estado abandonado por demasiado tiempo, el piso tenía muchos hoyos y basura. Las tablas del muelle se veían bastante frágiles y desgastadas por el tiempo. A un lado, había lo que parecía ser una enorme bodega, la cual se veía igual de abandonada que el resto del lugar. La pintura estaba sucia, en algunas partes ya descascarada y el enorme portón lucía lleno de moho. La neblina de la noche no ayudaba en nada a mejorar el aspecto del sitio, solo lo hacía un poco más espeluznante.
Minho caminó tomado de la mano con Taemin, dirigiéndose a los 4 hombres que estaban ahí, quienes automáticamente centraron sus ojos en las manos entrelazadas de ellos. Taemin sintió un escalofrío helado recorrerle la espina dorsal al ver la sonrisa torcida que le dedicaron. El alto, al darse cuenta de las sonrisas de sus hombres, tomó posesivamente a Taemin por la cintura, dejando claro que tenían prohibido siquiera mirarlo.
—Hasta que llegas, bastardo. ¿No vas a presentarnos?—Preguntó Onew al alto, con una sonrisa maliciosa.
Taemin se puso rígido al instante y pasó su vista por cada uno de los presentes. El tipo que acababa de hablar tenía el cabello castaño y su sonrisa hacía que sus ojos parecieran dos finas líneas, y era un poco más bajo que Minho. Otro de ellos tenía la piel ligeramente tostada y tenía unos rasgos muy bien marcados, el cabello recortado de forma elegante y de un profundo tono negro. El tercero tenía una cara de niño, lo que más resaltaba eran sus grandes orejas y su cabello también era negro, a diferencia que lo traía un poco desordenado, pero eso le daba un estilo que le quedaba bien. Y por último, estaba el otro hombre de cabello rojizo y expresión seria.
—Onew, Siwon, Chanyeol y Ravi.—Señaló a cada uno.—Son mis hombres de confianza. Él es Lee Taemin. Mi pareja. —Les informó a los otros, quienes por un instante lucieron sorprendidos de esa información.
—Nos vemos todos los jodidos días y no pudiste contarme que ya tenías pareja, maldito bastardo.—Reclamó Onew con un tono divertido.
Minho no dijo nada y mantuvo su expresión seria.—¿Cuándo llega el cargamento?—Preguntó a Ravi.
—Estará aquí en unos minutos. Los muchachos descargarán todo y lo llevarán a la bodega.—Señaló la bodega que momentos atrás había visto Taemin.
—Perfecto, encárgate del desembarque. Nosotros estaremos en la bodega.—Fue la orden que le dio al de cabellos rojizos y caminó con dirección a la bodega, con los otros 3 hombres detrás de ellos.
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A Little Bit of Love... {2Min}
FanfictionLee Taemin trabajaba en una agencia de hombres y mujeres de compañía, que eran contratados para dar diversos servicios a los más ricos y poderosos del país. Choi Minho era el empresario más exitoso de todo Corea, el hombre más codiciado por todos y...