Capitulo 3:Mi princesa guerrera

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-Encantada-digo una vez he salido de mi shock.

-Yo si que estoy encantado-responde él, a lo que yo ruedo los ojos, este el típico mujeriego fijo.

-Cameron ¿mañana me podrías llevar a un sitio?-él me mira extrañado pero igualmente asiente y yo agradezco que no haga preguntas de ningún tipo.

La tarde pasa rápido, los chicos y yo hemos estado hablando y viendo películas de acción y terror.

Cuando se hace tarde decidimos pedir una pizza, ya que por lo visto Robert y Mía tardarían en venir aún.

-Oye Brooke, ¿Cómo era la vida en el orfanato? Sin ofender claro-pregunta Christopher para después comer un pedazo de pizza.

-Era genial, aunque claro llevo viviendo esa vida desde los cuatro años, pero allí todo el mundo se conoce y se lleva bien, somos como hermanos, cuando uno de nosotros se va todos salimos a despedirle, no falta nadie-digo recordando todo lo vivido allí y el último recuerdo, el de mi despedida.

Christopher se va unas horas después y Cameron y yo nos vamos a dormir.

*******
A la mañana siguiente despierto con energía y me pongo un pantalón cómodo de deporte y una sudadera, bajo a la cocina y todo está desértico.

Abro la nevera y me preparo el desayuno, una vez estoy desayunando oigo como alguien baja por la escalera, Cameron.

-Buenos días-dice entrando a la cocina mientras se frota el ojo derecho.

Va con un pantalón de pijama y sin camiseta, no está nada mal, pero no me espanto al verle, más de una vez vi a los gemelos igual.

-Buenos días, ¿Me podrías llevar hoy a donde te pedí?-el me mira confuso, pero parece acordarse cuando abre los ojos como platos.

-Se me había olvidado, lo siento no voy a poder.-no sé porque lo suponía, solo asiento y llevo los platos al fregadero, para después subir a la habitación y coger mi móvil y cascos.

-Voy a ir a correr-aviso a Cameron y el asiente.

Salgo de casa y me pongo a correr dirección al parque, recuerdo que cuando era pequeña mi padre nos llevaba a mi hermano y a mi siempre que estaba al parque de enfrente de casa.

Corro por la calles en busca de ese parque, intentando recordar donde estaba.

Después de unos minutos corriendo llegó a mi destino, no puedo evitar sonreír, el parque ha cambiado mucho con el paso de los años, tiene muchísimas más cosas que cuando yo era pequeña.

No puedo evitar fijarme en la casa de enfrente.

Mi casa.

Aún recuerdo todos los momentos que vivimos en ella, aunque era muy pequeña nunca me olvidare de los momentos que viví con toda mi familia al completo.

Me acerco a ella a paso lento y miro el gran árbol situado en el jardín.

De él cuelga un neumático sujetado por una cuerda.

Sonrió, fue el columpio que nos hizo mi padre a Ethan y a mi.

Flashback

Ethan y yo corremos detrás de papá que lleva una rueda gigante bajo su brazo.

Ethan sujeta con fuerza mi mano para que yo no caiga, ya que aún no mantengo del todo bien el equilibrio.

Papá cuelga la rueda de unas de las ramas del árbol y nos mira.

Cierra los ojos y creeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora