Un Suspiro en Canterlot High (3)

Capítulo 21: Cárcel Imaginaria

Las diferencias, la incomodidad y sobre todo, el leve desagrado que ha existido entre Solar Strings y Flash Sentry es algo que lleva una cantidad de tiempo considerable. Nunca se han llevado bien, eso era un hecho que cualquiera podía notar y que incluso ambos podían vivir con eso, no existía un problema.

Pero los detalles se hicieron más y más notables desde el día en que una chica de actitud diferente al resto llamada Sunset Shimmer hizo presencia en Canterlot High. Se hizo notar de inmediato por, su carácter agresivo y fuerte. Sunset no aceptaba tonterías de nadie, además de que era alguien que le gustaba sentir cierta posesión por los demás, en el caso de sus primeros días en Canterlot High esto fue lo que solía hacer.

Solar Strings se había mostrado interesado en ella, porque él era el único capaz de poder mirar en los ojos de unset, ese pequeño brillo que le aseguraba que no ser trataba de una mala persona, sino más bien de alguien pasando un muy mal momento. Flash Sentry era otro punto, a él le atraían los retos, estaba más que seguro de que podría obtener a la chica que quisiera cuando quisiera, a pesar de que no hizo uso de su "don", eso cambio al momento de ver a Sunset por primera vez, y su misma actitud de rebelde fue la que lo atrajo similar a un niño viéndose atraído por el fuego.

Sunset quería resaltar, notarse, brillar sobre todo, tener una corona sobre su cabeza y sentirse realizada. Poder, era lo único que ella quería tener. Entonces se dijo a sí misma, cuando aún era una persona mal encaminada, "¿Cómo puedo hacerme más popular?". La respuesta fue obvia unos días después, salir con el chico más popular de la escuela.

Flash Sentry había destacado por tener una banda, un auto propio, venir de una familia adinerada, ser un imagen de rebeldía, lindo, así considerado por las chicas de la escuela que ni siquiera conocían sus actitudes en la vida real que era lo que más importaba.

De un día para el otro, la noticia se supo en toda la escuela, en cada rincón de los pasillos y no había baño en donde no se supiera, Flash Sentry y Sunset Shimmer estaban saliendo. Nadie había visto una muestra "cariñosa", no los veían tomados de la mano o abrazados, o algo por el estilo. Parecía ser más una apariencia, pero si cualquiera le preguntaba a alguno de ellos dos, respondían con que salían y que "se querían mucho".

¡Mentiras! Eso era, y siempre fue. Solar Strings se vio algo afectado por el asunto. Creyó que era enserio lo de su relación, se preguntaba "¿Él será mejor que yo?" Le deba muchas vueltas al asunto. Él mismo se forjo una cárcel dentro de su cabeza que no le permitía respirar.

Solar Strings se lo llegaba a lamentar. Sentía como si fuese una daga en su corazón que lo hacía contraer de la pura tristeza, sintiendo un dolor muchísimo peor que el de lastimarse los dedos tocando y después humedecerlos en alcohol. Su dolor era emocional, y un tan fuerte que no lo dejaba dormir, le quitaba el sueño en su plenitud, se desgastaba llorando, sus ánimos se fueron por los suelos hasta sentirse como algo peor o menor a nada. Los sollozos en la noche eran todo el ruido que existía en su habitación a las 2 y media de la madrugada, por que el dolor eran tan grande que procuraba sacarlo con las lágrimas o juraría que era capaz de gritar y golpear la pared solo un par de veces.

Flash Sentry por obvias razones se sentía realizado, la chica que lo atrajo en primer lugar le había pedido que salieran, se había creído la gran cosa ya que ni siquiera tuvo que pedírselo. Así fueron los días, varios días de hecho, vez tras vez, mientras que cada vez que Solar Strings la miraba en el pasillo, cada vez que Solar Strings miraba esos ojos color cian que escondían una enorme melancolía él no podía hacer más que suspirar, ya estaba con Flash Sentry ¿Qué podía hacer?

Solar Strings se había quedado en un profundo silencio, que cada segundo era peor caminar sobre los vidrios rotos de alguna ventana. Para él era un dolor indescriptible que sentía que quería salir de su pecho con una fuerza tal que aseguraba que no existía nada que se le igualara en esta vida.