Capítulo 52: Procesión

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Entre los arboles ahora se respiraba una gran tranquilidad, igual que cualquier otro día en donde el bosque rebosaba de vida. Ya no había maldad sobre nada.

Las mismas aguas ahora eran cristalinas y podías oír a los pájaros cantar, pero sus silbidos eran algo extraño, hacían una música que parecía una sinfonía tétrica del siglo XVII. Midnight Sparkle había sido vencida, El Silencio la había dejado gravemente herida.

Ella hacia un gran esfuerzo para mover aunque sea sus brazos, pero era inútil, tenía una herida demasiado considerable en su estómago, no había dejado de sangrar en un largo rato, estaba boca abajo todo el tiempo. No decía nada, solamente apretaba los dientes ante el dolor que padecía. Por un momento breve llegó a vislumbrar su mente, incluso siendo lo que es y con el poder que tenía, se debía enfrentar el destino oscuro que tanto había forjado sin darse cuenta, no valió la pena haber torturado tanto tiempo a Twilight diciéndole en sus sueños que iba a regresar. De ser este su mismo castigo, no le quedaba otra más que resignarse, rechazar el aire que respira, aceptar su muerte.

De pronto, ella sintió una mano en su espalda – "Nunc non ad mortem"-. Susurra. Después su cuerpo comienza a relajarse, dejó de sentir dolor y su herida comenzó a cerrarse, no sin que antes toda su sangre regresara a su cuerpo.

Midnight no lo podía creer, estaba bien, de hecho ningún dolor la molestaba ahora. Mueve su cuerpo de tal manera que mira el cielo, despejado y azul sin que la luz del sol la alcance. Y puede darse cuenta de quien la había salvado. Ahí estaba sentado a su lado un chico de cabello verde claro. Tenía un par de cortadas en su rostro con algo de sangre resbalándole. –No te emociones-. Le dice Estefany.

Midnight solo puede dejar salir un gran suspiro y después reír un poco. –Vaya, finalmente lo hiciste de nuevo, poseíste a Esteban Reynolds ¿No?-. Dice de manera irónica.

A lo que Estefany responde. –Debo decir lo mismo de ti. Tomaste control de Twilight Sparkle nuevamente, ambas logramos lo que queríamos, pero no nos esta yendo muy bien que digamos-.

-Habla por ti-. Responde Midnight mientras se pone de pie y extiende de nuevo sus alas, un resplandor violeta rodea su cuerpo con delicadeza. –No volveré a tener otra oportunidad, te matare aquí y ahora-.

Estefany seguía sentada con ambas piernas cruzadas. –No vine para eso, si quisiera habría dejado que te murieras aquí en el césped y que te coman los gusanos-. Las dos no dijeron nada, pero Midnight hace un gesto de desprecio al no poder contradecir aquello, la había salvado. –Escúchame, necesito tu ayuda, no puedo vencer al Silencio yo sola, ni con el cuerpo de Esteban y liberando toda mi magia podre, y sé que tú tampoco-.

Midnight tenía demasiado en claro a que se refiera, en efecto acaba de ser vencida por El Silencio sin muchas complicaciones. –Tal vez no lo hicimos como se debe. No te necesito para matarlo-. Le da la espalda con la intención de ir al bosque y buscarlo. –Y no te voy a agradecer el haberme curado-.

-¿Estas dispuesta a correr ese riesgo?-. Pregunta Estefany alzando un poco la voz y por fin levantándose. –No te estoy pidiendo que seamos amigas y conquistemos al mundo o cualquier porquería que creas. Si las dos tratamos, es más probable que lo logremos y si llegamos a destruir al Silencio entonces volveremos a enfrentarnos tú y yo. ¿Qué dices?-.

Desde que Midnight hizo su primera aparición en los Juegos de la Amista el año pasado se había quedado en claro que se trataba de alguien opuesta a Twilight, por lo cual era completamente orgullosa. Aun así el sentido común prevalecía sobre ella, solo pudo cerrar los ojos, hacer un gesto de molestia y afirma con la cabeza. –Bien, pero si veo la oportunidad los matare a ambos-.

Un Suspiro en Canterlot High (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora