Un Suspiro en Canterlot High (3)

Capítulo 23: Haciéndolo todo bien

En la cabaña en donde todos estaban desayunando unos ricos panqueques especiales hechos por Pinkie Pie. Cada uno estaba especialmente hecho para gusto en singular. Los de Rarity tenían un toque de zarzamora, el de Fluttershy tenía un acompañamiento de frutos rojos, Rainbow Dash solo estaba fascinada con la combinación de jarabe de maple con mantequilla, una sola mordida bastaba para ponerte de un humor fantástico. Y para Pinkie Pie, no había mejor deleite que saber que logra hacer una alegre mañana para todos, en especial para sus amigos más cercanos.

Esteban había entrado en la cabaña, por fortuna nadie se dio cuenta de que había sido el último en llegar y que además tenía los nervios a flor de piel. Lo que se había encontrado en el bosque fue una cosa que no ha salido de su pensamiento ni por un momento. No era miedo lo que tenía, era similar a una pésima corazonada que provocaba que su corazón latiera más rápido. Solo pudo tomar asiento con sus amigos, solo hasta la orilla, casi todos habían terminado, solo estaban sentados conversando y riendo. Esteban se percató de que pasaban un buen tiempo, justo ese era el plan original cuando todos hicieron un enorme trabajo para poder hacer posible venir al campamento. Fue por eso que no dijo nada, fingió que todo estaba bien.

-Hola querido, ¿En dónde te habías metido?- Pregunta Rarity mirando con un leve desagrado a Esteban, era porque tenía barro en diferentes partes de su ropa y su cabello tenía algunas ramas y hojas.

-¿Y porque estás tan sucio?- Reafirma Fluttershy poniendo su mirada en Esteban. Los demás seguían conversando de otros temas, solo ellas dos se percataron de que había llegado a la mesa.

Esteban pensaba que lo mejor sería evadir las cosas que solo crearán tensión en ese momento. -Pues....camine dormido-. Fue lo primero que se le ocurrió, segundos después se arrepintió de usar una explicación tan tonta como esa.

-¡¿De verdad?!- Se asombra Rarity. -No sabía que tenías ese problema-.

-Yo tampoco lo sabía-

-¿Es la primera vez que te pasa?-. Continúa Rarity.

-Sí, si, tal vez es el cambio de ambiente. Leí que se trata cuando...emm...Que rico, panqueques-. Para no hacer más largo el tema Esteban solo pudo empezar a comer al fin, tenía demasiada hambre con su larga caminata de la, casi, madrugada. Gracias a eso Esteban tenía un poco de sueño, no corría toda la energía por su cuerpo.

Fluttershy solo miraba de lejos a Dreamer Deetz, esperaba el momento para poder acercase a él y tratar de nuevo el tema de la noche anterior, hasta ella reconoce que cualquiera que tiene un mal día no es uno mismo. Ella pensaba que la razón podría ser que Bulk Bíceps era su compañero de tienda y eso lo tenía algo mal humorado, pero solo se trataba de una idea, nada lo tenía seguro, por eso mismo volvería a intentarlo en unas horas más.

Solaris pasaba prácticamente por un momento algo similar en cuestión de que es su compañero de tienda de lo que se trata su incomodidad, pero lo trataba de sobre llevar lo mejor que podía, ya había dado su palabra que haría lo posible por no generar problemas, pero tenía la seguridad de que Flash Sentry no tenía la misma idea.

Sunset estaba para él en todo momento y no tardó en hacérselo saber, problema que tenía uno era un problema que tenía el otro. Siempre ha sido así desde si inicio de relación en el baile de otoño hace más de un año.

Esteban por su lado solo tenía esa leve angustia que le da al tener que estar cerca de lo desconocido. El miedo a lo que no se conoce es mucho mayor a cualquier otro miedo, no es el sentido de curiosidad, son las consecuencias que estas mismas tiene. No tenía demasiada idea de que tenía que hacer ¿Todo habrá sido un sueño? ¿Otra vez estaba teniendo sus episodios de locura por estar pensando en el bosque? ¿O es como dice Timber y esto le sucede a todos los que están en el bosque por primera vez? Quizás todos llegan a experimentar esa locura al momento de respirar en un lugar tan amplio como lo era el campamento Everfree y esto era lo que se sentía en el aire: Extrema locura que le da a cualquiera que no está acostumbrado al silencio.