Capítulo 46: El Silencio - Acto dos: Eco

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El dolor en su pierna era incesante, Esteban se había pedido demasiado a si mismo, había caminado e incluso corrido, las heridas que tenía le hicieron imposible seguirse moviendo, aun después de la victoria que tuvieron contra el dragón, al que finalmente habían destruido Rarity y Pinkie Pie. Ellas habían caído en un árbol después de la explosión sucedida.

-Chicas...-.Dijo el muchacho de cabello verde con gran dificultad, puso una mano sobre su pierna para tratar de calmar el dolor, pero era algo tonto e inútil. Apretó un poco sus dientes y, rindiéndose a su daño, solo quedo de rodillas en el suelo. Respiraba con rudeza mirando el suelo. Solo pudo pensar en lo expuesto que estaba. –Maldición...-. Comenzaba a doblegarse.

Cual aspecto fantasmagórico, de la nada, mirando profundamente a Esteban, ese hombre bien vestido con unos ojos que reflejaban la tranquilidad, veía como el muchacho de cabello verde claro ya no podía moverse más. Caminó lentamente hacia él, haciendo un ruido notorio. –Impresionante-. Dijo El Silencio con una enorme indiferencia, pero después pasó a ser una amable y cálida sonrisa de un buen amigo de la infancia. –Fue bello. Pero...veo que tu criatura, el ogro, aun esta con vida...no puedo darme el lujo de que continúe así-. El Silencio solo extiende su brazo con rudeza hacia la criatura enorme de color negro y de un solo ojo. La bruma de color gris fue hacia él y lo atraviesa justo en la cabeza, dándole muerte inmediata, su cuerpo solo se desvaneció como vapor en el aire. Demostrando su poder, Esteban lo entendió, lo del dragón solo era un juego sencillo.

Esteban reconoció la voz, trató de ponerse de pie y estar listo para pelear contra El Silencio, pero era complemente inútil, su pierna solo no lo dejaba y mucho menos las cortadas que tenía gracias a Dreamer Deetz. –Recuerda lo que dijiste-. Dice Esteban poniendo ambas manos en el suelo nuevamente.

-Soy alguien de palabra-. Respondió El Silencio después de soltar un suspiro y poner ambas manos atrás de él. –Lo prometido es deuda. En efecto, ahora que, con ayuda, pudiste destruir al dragón, te daré el privilegio de enfrentarte conmigo. Pero, mi querido amigo, sabrás que es una pelea a muerte ¿No?-.

-Claro-. Replica Esteban recordando la razón por la que estaba tan molesto desde el principio. Ayudándose por un tronco que había cerca, se pone de pie. –Es porque te matare yo mismo o al menos moriré intentándolo-.

El Silencio se queda callado un par de segundos. No quería admitirlo, pero vio un furor tan enorme en la mirada del chico lastimado, que sintió emoción. –Tú espíritu es demasiado fuerte ¿Estás dispuesto a llevar todo ese odio contra mí solo para vengar la muerte de tu amigo?-.

-No solo eso-. Continua. –Lo hare por todo el daño que hiciste, casi nos matas a todos, lastimaste a los que más me importaban....y sé que asesinaste a tres niños-.

El Silencio dejo de sonreír, se impresiono, no pudo seguir manteniendo su apariencia de que nada le importaba o que nada le afectaba, eso fue tan repentino que llegó a ser lo que, por primera vez, asombrara al Silencio. –Así que lo sabes ¿Cómo?-.

-Ellos me lo dijeron. No sé qué son, fantasmas, espíritus, ilusiones...pero se lo que hiciste. Mataste a tres niños. Y si fuiste tan sádico como para hacerlo, entonces yo haré lo mismo contigo-.

-Ya veo, ya veo-. El Silencio hace ademanes con las manos y después mira al cielo, parecía que admiraba las grandes nubes y al hermoso sol, disfrutando de su luz y de su calor, sintiéndose vivo. –Asombroso...sus almas se aferraron al bosque..., jamás pensé que sería así, creía que todo sería algo del pasado. Pero esta es la enorme prueba de que todo regresa en la vida y que todo queda al descubierto, tarde o temprano-.

Un Suspiro en Canterlot High (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora