Taeyeon & Tiffany (D&K)

5.

       

Taeyeon

Quería dejar de reír y de culpar al destino por todo, pero Tiffany no sólo era mejor amiga de Yoona, también era una Hwang, hermana de mi querido amigo Leo. Las coincidencias eran tremendas hoy en día.

Una vez que ambas estaban muy lejos del bar, le guiñé un ojo a Sunny y Chocolatito que me sonreían desde la barra y comenzaban a sacar sus billetes.

— ¿Qué puedo decir? Esto de las apuestas es lo mío.

— ¡Cielos, santo! Estuve mirando a Yoona todo el tiempo y juro que podía ver en sus ojos como deseaba ahorcarte hasta la muerte. —Chocolatito me estiró 30 dólares luego de que Sunny estirara los suyos. — ¿Saldrás con ella?

—Claro que sí, tengo unas ganas inmensas de volver aún más loca a Yoona.

Me pasé a la barra y alcancé una Corona antes de que Sunny comenzara a reír escandalosamente.

— ¿Segura que sólo lo haces por venganza? Vi cuanto disfrutaste a esa chica cuando bailaban.

Le di un largo sorbo a la cerveza y apunté a Sunny haciéndola callar.

—La venganza será un efecto secundario de llevarme a esa chica a la cama. Sólo eso puedo jurar.

— ¿Algún día dejaras de jugar tan sucio? —las tres guardamos silencio y nos giramos a ver a Juniel. Su expresión era la misma desde que terminamos; de molestia muy poco controlada. —Responde.

Puse los ojos en blanco y miré a mis amigas antes de que se encogieran de hombros y se alejaran del lugar. Traté de respirar calmadamente, pero si pudiera evitar este tipo de situaciones, lo haría siempre.

—Sabes que pienso de eso. Juego sucio porque si yo no lo hago, lo harán conmigo. —le sonreí antes de guardarme los billetes entre los pechos, durante sólo un segundo, pero pude ver como su mirada se despistó un poco. — ¿Algo más que decir?

—Sí, me pregunto si alguna vez piensas en las consecuencias.

— ¿Consecuencias de qué?

— ¡De jugar con los sentimientos de los demás!

—Oh cielos, Juniel. ¿En serio? No tengo que darle explicaciones a nadie sobre lo que hago. No como tú. —guardamos silencio y decidí rematar. — ¿Cómo está tu bebé?

Sabía que era un punto bajo pero cuando me atacan, atacaba de vuelta. Era simple.

Miré sus ojos volverse más brillantes y casi me arrepentí de ser como soy cuando vi una lagrima escaparse y rodar por su mejilla izquierda. Era muy doloroso haberse casado con un hombre/animal y también haber tenido un bebé de él.  Aún así, ella se esforzó en lucir neutral.

—Excelente. Es...lo mejor que me ha pasado en la vida. —asentí lentamente cuando ella me sonrió a la fuerza. —En serio lo es.

—En serio te creo. —rápidamente le prepare su trago favorito y se lo entregué. — ¿Te vas a separar?

—No puedo...menos ahora. Debo pensar en la bebé.

La miré mientras bebía y esperé a que bajara su mano para alcanzarla con la mía.

—Debes pensar en ti también. Sabes que el cretino tiene que ayudarte con la bebé, vuelve con tus padres Juniel.

Por primera vez en meses me miró directo a los ojos y de la manera en que solía mirarme; como si yo fuera una luz en su vida.

—Es más difícil que eso, lo sabes. ¡Tú lo sabes mejor que nadie! —asentí porque sabía cuán cierto era, pero no dije nada más. Ella lanzó unos billetes en la mesa y se levantó. —Como sea, fue bueno verte, Tae.