El Origen

3. Ciudad subterranea

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Subí las escaleras, mientras me estremecía por el tacto de Ume, ahora que pensaba en lo que había pasado en mi casa ella me aterraba por una razón concreta, esa noche cuando ella me toco solo me detuve en pensar en el rosado de los ojos, pero no recordaba lo importante ella me envenenaba con solo tocarme. Que espeluznantes eran los Alice.

Llegamos a una sala con diferentes chicos dispersos en lo que parecía entrenamiento, Ume me indico que me sentara con un grupo de chicos y niños que temblaban o lloraban, supuse que los habían traído con los mismos métodos que a mí. Abrí la carta para Hotaru y me contente leyendo mis propias palabras de un día normal con el abuelito y nuestros compañeros de clase, esta carta era mi vida hasta el día que me secuestraron, unas lágrimas salieron de mis ojos y resbalaron en la carta.

En algún momento fueron llamando a los niños uno por uno, entre los que se los llevaba estaba Ume cuando algunos se resistían y la subestimaban vi que los abofeteaba y los niños al no saber qué hacer no ponían más resistencia, los que más trabajo le daban terminaba "tocándolos" se notaba por cómo estos se quedaban muy quietos y empezaban a aparecer manchas de color verdoso, por lo que decidí que cuando me llamara me comportaría bien.

En un momento Ume estaba en frente de mí con un chico muy alto, de cabello rubio rapado dándole la apariencia de albino.

-Mikan Sakura, 10 años, él es Kai Ryunami de 13 años. Síganme. – El chico hizo una inclinación de cabeza y fue tras Ume, yo los alcance corriendo justo en el momento que salieron de la sala, Ume nos recomendó recordar los pasillos que tomábamos. Volteo enigmática y nos sonrió, esa fue su primer sonrisa de complicidad que nos dedicó. – Tendrán que acostumbrarse a este lugar será su hogar por toda la vida. A los nuevos los dividen en equipos de 3 para hacer misiones, nosotros somos uno de esos grupos asignados. – Dijo señalando a cada uno de nosotros y ella misma, decía todo esto mientras recorríamos un gran pasillo, hasta llegar a un elevador. Pulso el botón de abajo y nos dio la cara – La organización es un hotel en fachada, donde solo recibe clientes "exclusivos", diputados que requieren protección no son la excepción, el hotel está instalado desde la planta baja/principal hasta un primer piso. El sótano es un almacén para el hotel, donde se encuentran las 3 diversas entradas al verdadero motivo. La AAO. – Vio mi duda en la cara y explico, el elevador llego y entramos y pulso el tercer piso – Anti Alice Organización, después te daré una explicación más detallada Sakura. Esas entradas llevan a un vestíbulo principal llamado piso 0 donde los clientes vienen a pedir misiones. Los siguientes pisos van desde el primero hasta el séptimo subterráneo, en el primer piso subterráneo es donde nos encontrábamos, la sala de entrenamiento más grande, calabozos – Dijo señalándome a mí- y salas de castigo – Dijo señalando a Ryunami - Hasta el quinto piso son cuartos para nosotros, el sexto y séptimo son pisos prohibidos. Cada equipo comparte cuarto, el nuestro está en el tercer piso. – El elevador abrió sus puertas y parecía una caverna, una gran sala vacía daba a 7 diferentes pasillos, la luz era tan escasa, menos que en mi celda, un ambiente deprimente perfecto para mi estado de ánimo. Ume señalo el de en medio - Como estamos en subterráneo, los duchas son aguas termales es lo único bueno de este lugar,...aunque estas aguas van y vienen, si te vas por la corriente nunca regresaras vivo al menos. Es el lugar perfecto para los suicidas, - Yo no podía creer todo esto. Ume no le tomaba importancia y Ryunami parecía encantado con lo que acaba de decir con un brillo perverso en la mirada - Nuestro cuarto está en el segundo pasillo de la derecha – Entramos en este pasillo donde se reducía aún más la luz y yo ya no podía evitar temblar de miedo, empecé a tropezarme con mis propios pies, simplemente quería regresar, en ese momento Ryunami puso una mano en mi hombro para guiarme y yo lo sentí como una muestra de apoyo por de lo poco que podía ver de su cara, el nunca volteo a verme directamente solo sonrió como muestra de valor y así seguimos los tres en ese túnel oscuro, Ume era ese tipo de personas que solo parece querer hablar cuando era necesario y ya no había nada que explicar, pasamos frente a algunas puertas que solo notaba por algún resquicio de luz. Hasta llegara a la séptima donde Ume se para frente a esta. – Este será nuestro cuarto, debemos descansar, las luces se apagan y prenden a determinada hora y moverse sin luz es peligroso en estas cuevas. – Abrió la puerta donde teníamos una pequeñísima habitación pero alargada, en frente se encontraba una mesa con 4 sillas y al fondo dos literas con camas tipo camarote de barco, entre estas dos se encontraba otra puerta que llevaba a un baño con algunos anaqueles para cosas.