58. Hasta que el fuego se apague

44 6 4
                                    

--------------------*-------------------

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

--------------------*-------------------

Mikan siempre quiso salir de la Academia desde el momento en que llego a ella, pero al sentir la mano de Hotaru soltar su agarre se sintió inquieta, luego pensó en Sumire, Tsubasa, Youichi, Nobara y en la clase especial y por último la imagen de Natsume inundo su mente, soltó la mano de Tatsuma.

-Yo... - Comenzó a titubear, hasta que Hotaru le dio un empujón pequeño pero preciso.

-Las dos sabemos que nunca encajaste aquí. – Dijo Hotaru, Mikan se aferró con ambas manos a Hotaru pues todo el amor y cariño que le tenía siempre fue su impulso para venir a la Academia, fue su impulso para sobrevivir a la AAO. – Lo sucedido con Luna es solo el principio para que sufras en esta Academia y tu misma lo sabes. – En su mente Mikan recordó a sus padres y aunque ella sabía que esta era una línea de tiempo distinta y que el pasado de sus padres no sería diferente (solo el final que tuvieron) ella aún conservaba la esperanza de que se encontraran vivos en este momento. Hotaru dijo las palabras que ella apenas comenzaba a entender. – Tienes que encontrar a tus padres y ayudar a Natsume. – Hotaru pronuncio la palabra "ayudar" muy despacio remarcando cada silaba y por eso mismo Mikan se dio cuenta.

-No puedo dejarte. – Susurro Mikan. – Pero quiero encontrarlos, salvarlos.

Hotaru sonrió no de la misma forma que Mikan que parecía sonreír con todo su rostro, la sonrisa de Hotaru era más discreta, la línea de sus labios se alzaba poco, pero era una sonrisa dulce y comprensiva que alzaba sus pómulos y les daba un aire brilloso a sus ojos.

Las chicas apenas si notaron como Tatsuma se hacia a un lado y comenzaba a murmurar con Hiro.

-Yo tampoco quiero dejarte, pero todavía tengo asuntos en la Academia, personas que no dejare atrás. – Murmuro Hotaru. – Pero eso no significa que me importes menos. – Dijo Hotaru decaída, pero al instante recordó como podría ser de ayuda. – Con los recuerdos que vi estando atrapada con Mirai, seré de gran ayuda.

-Lo sé. – Murmuro Mikan mientras era ella quien tomaba ambas manos de Hotaru. – Es como si de repente fuéramos de dos mundos diferentes. – Aseguro Mikan y era cierto, ella dejaría la Academia para encontrar a dos fantasmas de sus recuerdos, ella era una niña de organización lista para saltar en cualquier momento en cambio Hotaru se quedaría en la Academia con su gran mente, Mikan estuvo segura de que Hotaru nunca tendría que luchar, formaría lazos nuevos con los chicos de la Academia y su hermano.

Hotaru apretó aun mas sus manos mientras los ojos le empezaron a picar. – Siento que hace tiempo que éramos de dos mundos. – Dijo Hotaru recordando que cuando eran más chicas todo era más fácil, allá en su pueblo no tendrían porque separarse, bailarían juntas y Hotaru inventaría sin parar raros artefactos para molestar a Mikan. Siempre fue más fácil ser niñas, pensó comparando su relación de ahora, de dos adolescentes buscando su propio camino, intentando saltar sus problemas y porque no decirlo Hotaru sentía que Arashi era un problema que se había interpuesto ¿Acaso ella no se había alejado de Mikan cuando ella más la necesita por el acoso de Luna? Se encontraba llorando hasta que Mikan reforzó su apretón.

El OrigenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora