61. La bella durmiente

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Mikan

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Mikan

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SAGA 4. ENTRE CUENTOS

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Hotaru escucho la puerta azotarse y al instante vio a Hayate, inclinado en el suelo, se tapaba el rostro con ambas manos. – Por fin te encontré. – Murmuro, mientras se ponía de pie tenía unas ojeras tan grandes como las de Hotaru.

La usual desconfianza de Hotaru afloro, pero esta vez era diferente, más grande, por un momento no contesto y se quedó pensando en la razón, lentamente descubrió que se sentía muy tonta en este instante, ella que nunca le abría su corazón a nadie tan fácilmente se sentía "utilizada" y "traicionada" por Arashi ¿Eso afectaría aún más su forma de relacionarse? Se preguntó con tristeza.

-En serio me tenías preocupado. – Dijo Hayate mientras se estiraba, parecía cansado.

Ella se volteo hacia Pingüin mirando sus pequeños ojitos negros y le contesto a Hayate. – En realidad no tienes por qué preocuparte por mí, siempre estoy bien. – Una indirecta para que se alejara pues ¿Por qué él se preocuparía por lo que le pasara? ¿Qué quería de ella?

-Yo...sabía que estabas bien – Titubeo Hayate y Hotaru se concentró más en Pingüin sabiendo que tenía razón sobre esta persona. – Solo no quería que te enteraras de esto por otra persona. – Hotaru lo volvió a mirar curiosa, pero Hayate solo parecía apenado. – Mikan escapo ayer, dejo la Academia. – La miro con ojos expectantes durante el momento en que ambos guardaron silencio. Hotaru solo veía preocupación por ella en esos ojos ¿Podría confiar en él? Se preguntó. – Pero estoy seguro de que ella no te dejo... - Empezó el chico a intentar convencerla de que Mikan la quería y no la había dejado.

-No eres muy inteligente ¿Verdad? – Le pregunto ella mientras le sonreía a Pingüin que al instante le devolvió la sonrisa, el rostro de Hayate se ilumino, pero antes de que pudiera decir cualquier cosa la puerta se volvió a abrir, aparecieron los chicos de la clase de habilidades peligrosas y la sonrisa desapareció del rostro de Hotaru.

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Ese sería un día para recordar durante toda su vida pensó Kai Ryunami, Aoi se le había declarado audazmente pero cada vez que le hablaba ella se sonrojaba o huía, era realmente gracioso, de igual forma ese mismo día Tatsuma había llegado con Hiro con su típica actitud arrogante, lo único diferente es que llego con Mikan que se encontraba inconsciente en sus brazos y aunque la chica parecía dormida llevaba entre las manos una espada de mango blanco y cada vez que Kai quería quitársela de las manos por temor a que se lastimara, Tatsuma se enojaba y se lo impedía.

Ese mismo día, Tatsuma había insistido en que se fueran de ese lugar así que todos habían recogido sus cosas en tiempo record. Así empezó su vida de fugitivos, se quedaron en diferentes hoteles de Tokio por varios días, cada vez alejándose más de la capital hacia una zona rural, lo más extraño aún era Tatsuma que a pesar de odiar a las personas con Alice relacionado con el tiempo, le preguntaba a Daiki que podía predecir el futuro por decisiones, antes de tomar cualquier decisión.

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