22. Perseguidos

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Ese mismo día cuando Natsume Hyuga dejo a Mikan en su cuarto se sintió más tranquilo al saber que ella no seguía en ese estado de estatua, desde que la primer línea fallo en su primera misión, el director de primaria había mandado a varias personas a investigar el suceso, entre esas personas a varios chicos de la clase peligrosa, esta noche tendría una misión con Hayate y Yakumo.

Cuando llego a los bosques del occidente logro ver a los dos chicos, uno de la sección secundaria y otro de la preparatoria.

-¡Llegas tarde, Natsume! - Grito Hayate con su usual personalidad ruidosa. Natsume paro cuando estuvo frente a ellos e ignoro al chico de secundaria, mientras Yakumo decía.

-El acceso que la directora nos dará para salir, será más corto que de costumbre. - Dijo mientras comenzaba a salir, sin importarle las miradas confusas de Hayate y Natsume. - ¿Acaso no lo saben? Atacaron la barrera y debilitaron a Hii-sama.

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Ese día Mikan Sakura se despertó tranquila, al instante supo el porqué, la plática con Kasumi y Natsume era lo que la hacía sentirse menos inquieta, por lo que se levantó de su cama rápido, corriendo directo a las escaleras y abrió la puerta del balcón, esperando ver a Natsume, este malhumorado chico con sus típicas peleas había distraído su mente de todas sus preocupaciones incluidas Tatsuma. - ¡Natsume! - Grito ella, pensando que el chico se encontraría dormido, se estiro sobre el barandal y alcanzo a ver una recepción igual a la suya, solo que el cuarto tenía pisos de madera y muebles claro, con las paredes de color beige con pequeños toques de rojo, en cambio Natsume no aparecía por ningún lado.

Mikan pensó si preocuparse sería necesario pero recordó que en realidad no sabía nada de este chico solo que tenía una mirada temible y por alguna razón ayudaba al grupo de habilidades peligrosas, decidió que le agradecería después por lo que se dio la vuelta en su dormitorio recordando que sería otro día especial hoy. El tercer día del festival.

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Este día se había peinado con dos coletas como usualmente solía hacer antes de entrar en la organización, el vivir en una cueva le había hecho olvidar incluso algunas necesidades básicas, entre esas peinarse había quedado como algo innecesario en una cueva, su cabello había crecido descontroladamente desde los meses que estuvo en la AAO por lo que sus coletas quedaron diferentes de lo usual, más altas y abundantes, salió corriendo en dirección al cuarto de Imai Hotaru recordando cuanto se preocupaba su amiga por ella.

En voz alta dijo. - Lo siento Ume, también fui muy injusta contigo. - Dijo recordando su arrebato de la barrera, en cambio Ume no contesto, Mikan se preguntó si ella estaría enojada, pero al pasar hacia el edificio B vio salir a Hotaru de su cuarto, ella volteo la mirada y siguió caminando.

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