En los ciclos sin fin de destrucción y comienzo de la humanidad, existieron personas diferentes con capacidades especiales, en algún momento los llamaron Alice, pero antes tenían otros nombres y otros orígenes, que fueron ocultos durante generacione...
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Hotaru armaba con cuidado cada pieza, concentrada al máximo sentía como sus orejas se calentaban de más pequeña pensaba que debía ser su cerebro a punto de explotar, pero ahora sabía que eso le indicaba la restricción de su Alice, su cuerpo que no le seguía el paso a su mente, suspiro ruidosamente y al levantar la vista se encontró que el día había pasado a una profunda noche.
Dejo a Penguin sobre el escritorio aún era inservible, pero en poco tiempo estaría funcionando, miro su cuarto vacío, aunque usualmente Mikan solía venir lloriqueando o Arashi con invitaciones fascinantes, hoy ninguno había venido.
Camino con cuidado sin hacer ruido al cuarto de la chica para mostrarle que había hecho la creación que ella había sugerido "Deberías inventar algo que pueda cargar muchas cosas, sea rápido y capaz de comunicarse con otras personas." Había dicho Mikan, abrió su puerta esperando encontrarla ocultando sus malas notas detrás de muebles pesados (No sería la primera vez) o durmiendo sin fin, pero el cuarto estaba vacío
- ¿Mikan? - Pregunto con un presentimiento.
- ¿Mikan, regresaste? - Murmuro una sombra con voz masculina, el rostro de Arashi lleno de preocupación apareció ante ella, aunque se volvió incertidumbre al instante. - ¿Qué haces tú aquí? - Pregunto el confundido, había un tono acusatorio en su voz que no le gusto.
-Eso es lo que tu deberías contestar. - Murmuro Hotaru sintiéndose algo herida, dio un paso al frente con la sospecha trabajando en su increíble mente, sus orejas ya no presionaban su cabeza. - ¿Donde esta Mikan? - Cuando lo vio de cerca no pudo evitar sorprenderse, los brillantes ojos de Arashi habían cambiado, ese dorado en sus pupilas antes no era tan grande y le hacía imposible el no pensar en Mikan.
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- ¿Por qué me muestras todo esto? - Dijo Mikan ya en el cuarto en blanco.
-Tus actos tienen consecuencias, aunque yo te haya dejado hacerlo. - Aclaro con un poco de arrogancia.
- ¿Qué consecuencias? - Murmuro ella imaginándose todo lo que creía real siendo borrado y que Mirai en cualquier momento la arrojaría a su primer vida.
-Siempre que alguien cambia el tiempo abre la puerta para que más personas lo hagan. - Había más viajeros en el tiempo comprendió Mikan, quiso preguntar, pero Mirai continuo. - Las líneas del tiempo que dejas no pueden seguir separadas, esa sería la consecuencia más grave...
- ¿Qué pasara? - Una pequeña nube apareció y se quedó en los brazos de Mirai que hábilmente comenzó a deshacerla como si fuera un peluche de estambre.
-La línea del tiempo siempre va recta y hacia adelante pero tu cambiaste un punto importante del pasado haciendo que las hebras se separen. - Dijo demostrándole, separando las hebras del hilo en dos. - No solo te conformaste con dos, si no tres veces. - Dijo malhumorada, sacando una tercera hebra. - Lo que tienes que hacer es volver a dejar solo una línea. - Dijo soltando a la nube que no parecía notarlo, Mikan tomo valor y toco a la nube abrazándola con fuerza, esta se quedó quieta y Mikan siento que era un peluche viviente justo como Bear. - Ohh vamos, deja de jugar. - Dijo Mirai seria. - Esos eran viajeros que hicieron lo mismo que tú. - Mikan la soltó y la nube se fue despacio.
