En los ciclos sin fin de destrucción y comienzo de la humanidad, existieron personas diferentes con capacidades especiales, en algún momento los llamaron Alice, pero antes tenían otros nombres y otros orígenes, que fueron ocultos durante generacione...
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Tatsuma
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Desde que Hiro conocía a Tatsuma, solo había podido correr detrás de la destrucción que el chico dejaba a su paso y esta vez no era la excepción, a veces creía que el arrasaría con el mundo si se lo propusiera, pero Hiro sabía que eso no pasaría mientras Tatsuma siguiera teniendo esos deseos egoístas enfocados en Mikan Sakura, así que siempre apoyaría esa parte egoísta que el muchacho conservaba. Atravesaron la barrera como si nada, vieron un incendio que se salía de control en los dormitorios de secundaria hasta llegar a ese pequeño salón donde Mikan había desaparecido.
-Aquí, ella desapareció. – Dijo despacio, Tatsuma volteo a mirar cada espacio y rincón dándole la espalda, pero Hiro no era tonto, él ya había notado que Tatsuma se avergonzaba de sus ojos, de sus Alice y más cuando lo usaba frente a otros pues sus ojos se volvían más extraños cuando lo usaba, como si en realidad tuvieran vida propia.
-Aquí esta. – Dijo tomando un cuchillo con mango blanco, tomo impulso para enterrarlo en la pared y Hiro pensó que se había vuelto loco, realmente loco, pero cuando el cuchillo toco la pared, el grito de una niña sonó fuerte y claro, el cuchillo no había traspasado la pared solo había provocado un agujero visible en el aire. – Quédate aquí, Hiro. – Le dijo Tatsuma mientras metía el cuchillo en su boca y con ambas manos empezaba a jalar de los lados como si acabara de cortar una tela gruesa. – Esto está muy inestable pues al parecer alguien quiere salir desesperadamente.
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Mikan sentía la presión del viento que los quería arrastrar y tragar, sentía la presión en ambas manos, más que nada en la mano lastimada que Natsume mantenía cautiva y desde su otra mano a Hotaru, viendo el rostro de Natsume de esa forma sentía su corazón desmoronarse al saber que no podrían pelear contra el tiempo, contra Mirai ¿Incluso si ganaban ahora, como detendrían la muerte inminente de Natsume? Con el borde de sus ojos vio cómo se formaban grietas en las blancas paredes, recordó las espinas de color negro que aparecieron al estar con Arashi, sería maravilloso si ahora esas espinas los liberaran pensó sintiendo el viento más fuerte, pero de la nada Hotaru soltó su mano, fue tan rápido que solo pudo soltar un grito y veía como las grietas en la pared se hacían más grandes, mientras se empezaban a tintar de negro, el viento ceso y ella cayó sobre Natsume. Mirai se alzaba amenazante sobre Hotaru, su Alice se activó y vio los colores de ambas, Hotaru un morado intenso y Mirai un verde claro, un verde más definido que cualquier otro Alice, como si todo el poder lo acumulara en su centro, levanto sus manos ¡Si solo tuviera ese Alice! ¡Si solo le perteneciera! Pero sus manos atravesaron a la niña como si fuera aire, la mirada de Mirai combatía entre la tristeza y el enojo, pero antes de que Mirai pudiera hacer algo contra ellas, se puso a gritar, un grito que resonó en toda la habitación.
Sintió sus oídos vibrantes como si ese grito hubiera resonado en su cabeza pero ahora eso no importaba pues veía a un muchacho aparecer en el cuarto, parecía que había derrumbado una de esas brillantes paredes blancas dejando un agujero oscuro y tenebroso, Hotaru soltó aire demasiado fuerte y Mikan pudo ver como los oídos de Hotaru sangraban, igual que los de Natsume, de forma instintiva se llevó las manos a sus propios oídos sintiendo la sangre caer en pequeñas gotitas, el grito de Mirai en verdad los había lastimado, vio los labios del chico pronunciar algo pero solo podía escuchar un zumbido aunque su mente no se preocupó mucho por eso, al ver los ojos del muchacho, sus propios ojos se habían llenado de lágrimas. Tatsuma se encontraba en frente de ella, una cosa era saber que estaba vivo y otra verlo parado en frente. Tan real.
