En los ciclos sin fin de destrucción y comienzo de la humanidad, existieron personas diferentes con capacidades especiales, en algún momento los llamaron Alice, pero antes tenían otros nombres y otros orígenes, que fueron ocultos durante generacione...
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Ume seguía de cerca los pasos de Tatsuma mientras este tranquilamente se internaba en el bosque donde sería el lugar por donde el chico había entrado.
-Has cambiado. - Dijo Ume, haciendo una simple observación y era cierto Tatsuma debía estar rozando los 13 años de edad si no es que ya los había cumplido pero ya no se veían sus extremidades flacuchas y largas de un niño a punto de dar el estirón, había ganado masa muscular, era un niño en camino de ser un muchacho.
-Tú también, pensé que odiabas a la Academia. - Dijo el niño con una sonrisa cínica. - Y ahora te encierras en ella. - Y en ese momento la chica al escuchar la palabra "encerrar" recordó cuando estaba dentro de Mikan y las extrañas cosas que había listado sobre la chica, pensó en si estaría bien decírselo a Tatsuma, el siempre parecía tener respuesta para todo. - Los dos somos muy diferentes a esos dos niños de la AAO, las promesas de Mihara Kanbu. - Dijo Tatsuma perdido en sus recuerdos.
La curiosidad mato a Ume y le pregunto. - Tatsuma ¿Desde cuándo entraste a la AAO?
El chico rio, una risa de un niño aun. - Mucho más tiempo antes que tú. - Dijo impregnándole un tono juguetón de misterio a su voz.
-¿Ya en serio dime cuanto llevabas en la AAO? ¿Te crio Kanbu? - Pregunto Ume sin rendirse.
-Mucho pero mucho tiempo más que tú. - Esta vez el chico no se reía, tenía una mirada aguda a la espera de su respuesta y Ume supo que lo decía en serio, hasta que se rio y volvió a caminar. - Era broma Ume no te lo tomes tan en serio.
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El frio amanecer hacía sentir bien a Natsume que estaba sudoroso y débil por lo que Kai Ryunami le había hecho pero extrañamente se sentía bien, mejor de lo que se había sentido en años y al ver sus brazos los encontró normales, nada de líquido azulado entre ellos, escucho pasos entre el pasto y se paró cauteloso y miro a un chico seguido de una muchacha vestida con un kimono blanco, los dos hablaban quedo y se movían con sincronía y Natsume entendió que si uno saltaba al ataque, el otro estaría listo era como ver la danza de dos leones que por un motivo habían encontrado un punto medio, un acuerdo y decidió que él no debía estar ahí, el hospital lo buscaría dentro de poco y no quería estar cuando esas dos personas desconocidas decidieran que el trato había llegado a su fin.
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-¡Que poca seguridad tiene la Academia! - Dijo el chico con una sonrisa en el rostro pero Ume lo conocía el suficiente tiempo para saber que esa sonrisa era falsa y el chico en su mente ya se veía atacando la Academia. - Sería una lástima...
-No te atrevas. - Dijo Ume. - Si no lograste ganar en la AAO ¿Porque crees que aquí será diferente?
-Porque tengo un ejército de exterminadores dispuestos a ayudarme. - Dijo amenazante pero Tatsuma cerro lo ojos y se apretó el puente de la nariz. - Pero tenemos un trato y lo respetare. - Dijo mientras atravesaba la barrera.
