En los ciclos sin fin de destrucción y comienzo de la humanidad, existieron personas diferentes con capacidades especiales, en algún momento los llamaron Alice, pero antes tenían otros nombres y otros orígenes, que fueron ocultos durante generacione...
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-No lo hare, solo veré cómo se desarrollan las cosas. – En ese momento escuche los pasos detrás de mí en las escaleras, cuando voltee ya era demasiado tarde para ver el rostro del chico, el ya caminaba por enfrente de mí en las escaleras. Tatsuma en cambio me miraba desde lo alto de las escaleras.
Vi su mirada turbada. – No pensé que me encontrarían tan pronto. – Dijo el más para sí mismo que para mí, se dio la vuelta mientras volvía a mirar el globo terráqueo. – Aoi, despierta a Hiro y Daiki. – Dijo con voz firme. – Es momento de dejar Japón. – Una parte de mi pensó en mi familia y se negó a las palabras de Tatsuma. – Necesitamos un lugar, un país donde los Alice estén seguros. – Pero la otra sabía que pasaría muchos años a su lado.
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2 meses después
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Habían pasado dos meses desde el festival cultural, ahora Mikan se encontraba recostada cerca de los bosques del norte, desde hace más de un mes y medio se había enfrentado a Bear y le había ganado justamente desde entonces el pequeño oso de peluche la seguía, a veces retándola otras veces comprendiendo su soledad la dejaba en paz pero sin irse, en cambio Mikan se mantenía cerca de él sabiendo que ese oso conocía a una Ume que ella nunca podría conocer, en realidad era porque Ume le había dejado de hablar, a veces incluso ella gritaba en su mente durante horas solo para quedarse sin respuesta, buscar pistas de lo que había sido Ume en sus tiempos de la Academia no le parecía seguro así que se conformaba con ese pequeño oso.
Enojada con ella misma se levantó y se empezó a dirigir hacia el pequeño riachuelo donde practicaba con Ume, tal vez y solo tal vez si utilizaba los Alice de Ume ella podría despertar, ella regresaría, por el rabillo del ojo vio que Bear la seguía, mientras fuera en este bosque el pequeño oso iría con ella.
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Haruka salía de los cuartos de la primer línea no había nadie se dijo, eso significaba que pasaría días sola, resignada se dirigió a su cuarto cuando vio a Karin su amiga pelirroja de la AAO acercarse.
Ella se detuvo al verla, traía la ropa negra que usaba para las misiones, todo su cuerpo estaba lleno de nuevas heridas y brillaba en donde debían estar las venas con ese líquido azul, incluso en la parte superior de su cuerpo su piel ya era de ese tono, detrás de ella venían varios chicos de la primer línea con el mismo aspecto, todos cansados y con cara de resignación.
Mientras se acercaba a Karin creyó ver por el rabillo del ojo a Eiichi Hijiri pero eso era imposible se dijo.
