64. La mujer de Isdal

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Alissa Walker, la madre de Kai

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Alissa Walker, la madre de Kai

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Tengan en cuenta que este capítulo pasa desde la perspectiva de Kai cuando Mikan y Aoi van a conocer a los "amigos" de Tatsuma y el ataque de Daiki y Hiro.

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Kai tenía un enorme dilema pues su vida sería muy diferente según lo que el eligiera. Podía irse con Tatsuma y Mikan, eso le daba una infinita posibilidad de hacer lo que quería con ansias, ayudar a las personas que eran prostituidas por las organizaciones. O podría irse con su padre, Mirt, ese misterioso hombre de andares tímidos que parecía esforzarse con todo su ser en entender a su hijo. Al principio solo sintió furia contra él, el hombre que los había abandonado a él y a su madre, era curioso como ahora a sus 17 años aún conservaba la idea de que, si su padre hubiera estado con ellos, su madre lo habría amado más. Era curioso e infantil de su parte.

-Kai. – Era su padre, lo miraba con sus mismos ojos azules confundido. – ¿Se irán? – Kai sonrió, Mirt bajo ninguna circunstancia sería un buen padre, era demasiado permisivo, él sabía que era un extraño en la vida de su hijo por eso no opinaba o imponía sus ideas como lo haría cualquier otro padre.

-No lo sé. – Dijo el suspirando, su padre asintió con ese aire triste que ponía cuando Kai parecía tener la idea de irse. – Pero tú me puedes convencer de quedarme. – Le sonrió mientras su padre se miró confundido. – Dime porque quieres que vaya contigo. – Kai sabía que su padre era una persona tímida pero aun así muy inteligente, era el único que podía enfrentarse a Tatsuma en igualdad de condiciones hasta ahora, y eso lo vio reflejado en su rostro cuando pareció meditarlo. – Y también cuéntame más sobre ti y mi madre. – Eso era más personal, pero era algo que necesitaba saber.

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Daiki y Hiro caminaban sin cuidado, llevando documentos y cosas que Tatsuma les había pedido para su partida, por ultimo querían pasar a una tienda de comida para comprar algo pues a veces Tatsuma era muy cuidadoso en que no se metieran en problemas, tanto que olvidaba las cosas básicas como la comida o el sueño. En el borde vieron a dos muchachos rubios y uno castaño. La chica les sonrió coqueta mientras entraban en el establecimiento.

Fue algo sin importancia, tanto era así que cuando salieron ya habían olvidado a la chica y su sonrisa, pero esta apareció de nuevo frente a ellos.

-Disculpen. – Dijo ella, era alta y muy rubia con una coleta apretada en la cima de su cabeza y unos intensos ojos dorados, Daiki le sonrió. – Están con Mikan Yukihira ¿Acaso esa comida es para ella? – Les volvió a sonreír mientras ambos chicos se tensaban, ellos dieron un paso atrás y la chica avanzo dos.

-Atrás, hay dos. – Dijo Hiro y Daiki vio el momento exacto en que aparecieron los otros dos chicos, uno rubio y otro castaño.

-Ohh vamos solo queremos la ubicación de Mikan, ya que ella es uno de nosotros y debe estar con su gente. – Dijo el chico castaño, el rubio aun no levantaba la mirada. – ¿Nos ayudaran? – Pregunto la chica mientras en sincronía el chico castaño se lanzó sobre ellos. Daiki empujo a Hiro y él se encontró detrás del muchacho castaño en su segundo, su Alice de velocidad le hacía fácil escapar a este tipo de situaciones, soltó una patada tomando al muchacho castaño desprevenido.

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