25. Sorpresas navideñas

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Cuando Mikan despertó se tomó su tiempo para prepararse mientras intentaba que Ume le contestara, se asomó por el balcón y Natsume ya no estaba, suspiro y se dirigió a clases. Hotaru la esperaba en la puerta de su cuarto.

-¿Qué pasa Mikan? - Dijo ella mientras caminaba a su lado.

-Nada. -Contesto ella intentando sonar más animada. Sonríe se dijo

-En dos días será la fiesta de Navidad vamos anímate, ya sé cuánto te gustan esas cosas.

Estaba lista para dar una respuesta animada cuando vi a la pelirroja Karin, estaba sentada en las escaleras que daban hacia la salida de los dormitorios de la sección primaria, al vernos se puso en pie, mirándome indecisa.

-Karin. - Dije yo a forma de saludo mientras me mantenía alejada un poco, si Amaya me había atacado el otro día no tenía ningún motivo para confiar en las intenciones de Karin.

-Mikan. - Dijo ella cortando la distancia que nos separaba, viéndola más de cerca pude notar que sus manos tenían un pequeño tinte azulado, el cuello de su suéter verde no era lo suficientemente alto para ocultar las venas que corrían por su cuello que tenían el mismo color azulado. - Yo quería... - Empezó ella pero la interrumpí preguntándole por sus heridas.

-Esas marcas...esas son... - Dije nerviosa

-Si son por las inyecciones. - Concluyo ella tapando las manos detrás de su cuerpo.

-¿Qué es esa cosa que les inyectan Karin? - Dije seria recordando lo que había dicho Ume hace tiempo "Eso no es un neutralizador"

Los ojos verde brillante de Karin se oscurecieron y al contestar lo dijo con la voz más seria que jamás le escuche. - No lo sé, pero está matando a todos en la primer línea. - Escuche como Hotaru contenía el aliento, la tome de la mano mientras Karin continuaba. - Al principio aumentaba nuestro poder, creímos que éramos invencibles pero poco a poco estamos muriendo, cuando el tinte azul empieza a manchar tu piel...significa que es el fin para ti.

Sé que fue egoísta pero no pude evitar pensar que ese mismo tinte azul también corría por mis venas e instintivamente levante mi muñeca donde aún se podían ver dos pequeñas marcas circulares. - No te preocupes, solo te inyectaron una vez esto a ti, no te hará daño. - Dijo.

-Lo siento, yo no pretendía hacerte sentir así. - Dije incomoda.

Ella negó con la cabeza, mientras decía. -Yo solo venía a disculparme, por lo de la carta. - Dijo al ver mi confusión. - Nosotras siempre tuvimos celos de como Tatsuma y Ume siempre te protegían, cuando nadie se interesaba por los demás. No era justo. - Termino ella y yo sabía que tenía razón aunque no tenía una forma de poder contestarle a eso, ella lo noto y se dio la vuelta. - Espero me perdones sé que era importante.

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