26. Alice de robo

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Ume Haiiro recordaba muy bien lo que era estar dentro de otra persona, Mikan era un laberinto sin salida, con miles de puertas algunas abiertas y otras cerradas, ventanas y pasillos, todos ellos con recuerdos y experiencias de la vida. Ume a veces se dejaba perder en las memorias de la pequeña castaña, era fácil por eso a momentos la escuchaba cuando la llamaba otras no, en específico recordaba lo que había pasado cuando Mikan había intentado atravesar la barrera, fue como si la chica castaña utilizara todas sus fuerzas para romper la barrera, incluso la fuerza de Ume, cuando la barrera lanzo una descarga Mikan se golpeó, pero Ume fue arrastrada a las profundidades de la mente de la chica, encontró otros lugares en su mente, oscuros y totalmente cerrados.

Desde entonces se encontró atrapada en esa oscura parte de la vida de Mikan, en ese tiempo que tuvo intento averiguar que era esa parte de la chica que no coincidía con su personalidad, siempre llegaba a la misma conclusión.

Mikan Sakura tenía una parte de su vida que no quería o no podía recordar.

Ume negó con la cabeza, no solo era eso lo extraño en Mikan, su propia mente había ido haciendo una lista de las cosas extrañas en la chica.

La primera que en los entrenamientos de la AAO la chica había demostrado habilidad pero un miedo atroz a lastimar a los demás, Ume pensó que era normal por la personalidad de la niña pero ahora se daba cuenta que la chica era buena peleando, demasiado buena para el poco tiempo que llevaba entrenando, lo único que hacía que la calificaran como mala era su inseguridad que tenía al pensar que podría lastimar a los demás. Su conclusión fue que ella ya había sido entrenada para pelear en el pasado solo necesitaba un recordatorio.

Ume siempre había sido admirada por la energía que tenía para utilizar sus Alice pero ella nunca había logrado proyectar una nube de putrefacción como lo hacía Mikan con su Alice, aunque eran sus Alice la pequeña niña parecía tener mayor control que ella. Esa era la segunda cualidad que ella poseía una enorme capacidad de energía.

Llego al cuarto de Mikan y encontró las otras piezas del collar obscuro que había llevado por años en forma del collar descansaban en una bolsita ocultas en el mueble de caoba clara del cuarto de Mikan, las tomo en las manos y agrego una cuarta extraña cosa en Mikan, ella se había llevado las únicas dos piezas del collar que eran importantes, las tomo, las puso a un lado de las piedras de un color castaño claro que le había dado Hii-sama y se marchó del cuarto.

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Mikan abrió la puerta casi al instante que se cerró detrás de Amaya la siguió por las escaleras pisándole los talones.

-¡Tenemos que hablar! - Grito Mikan, mientras sentía un olor de putrefacción más fuerte a sus espaldas, la alcance en el tercer piso y sostuve sus manos. - ¡Ume! ¿Qué pasa con ella? Tú tienes que saberlo. - Grite desesperada, ella intento soltarse de mis manos pero la retuve con fuerza. - Necesito tu Alice.

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