Esa noche en el hospital fue el inicio de todo, ahora me sentía muy feliz, esa felicidad que tienes cuando obtienes algo que tanto añoramos. Tenía a Xime conmigo, la chica tan hermosa y bella que me robaba el sueño por fin le demostraría lo tanto que siento por ella, y no es para menos, pasaron 4 semanas después del incidente en el que la llevé al hospital, y en todo ese tiempo fue tan feliz que no había recordado lo que se sentía estar vivo, sentirse enamorado y con el corazón palpitando de energía.
Pero a pesar de que me sentía tan feliz aun me preocupaba su embarazo, se convirtió en riesgo por lo que no podía hacer esfuerzo físico y tampoco tener emociones fuertes, intentaba que todo el tiempo estuviera lo más tranquila posible. Y eso era evitar que peleara con su madre, y también evitar que regresara Eva a perturbarnos, aunque seguía sin tener noticias de ella.
—Profesor, ¿hoy es su cumpleaños? —dijo un alumno sacándome de mis pensamientos.
—¿De dónde sacaste eso?
—Lo escuchamos por ahí.
—No, no es mi cumpleaños, es mañana.
El alumno se sorprendió un poco y fue a hablar con sus compañeros, se devolvieron a mí y me cantaron la canción de cumpleaños, realmente no me esperaba eso, de todos modos, fue lindo por parte de ellos, aunque nunca fui fan de esas cosas. Al final aplaudieron y me abrazaron, en resumen, fue lindo.
—Ya que lo felicitamos, merecemos salir temprano —dijo el bufón de la clase.
—Nos tocan las últimas dos horas... —pensé por unos segundos—, los dejaré salir una hora antes.
Inmediatamente se empezaron a quejar, tal como esperé que lo hiciesen, tenía que calmar esto, y sabía cómo controlarlos.
—Saben qué —los interrumpí—, si se siguen quejando tomamos las dos horas completas.
Cuando dije eso, todos se callaron de inmediato y aceptaron. Terminó la hora y los dejé salir, con excepción de Scarlett, tenía que hablar con ella. Guardé mis cosas en mi mochila y me senté en mi silla.
—¿Cómo estás? —pregunté.
—Bien, ya mejor.
Por lo que había sabido, los posibles padres eran el capitán de fútbol, por alguna extraña razón el alumno representante del área de tecnología, e Ethan. Ellos eran los candidatos de la paternidad del bebé.
Cuando le dije la situación a Ethan, él quería huir de país, al menos eso fue lo que dijo y espero que haya sido figurativamente.
Al final lo convencí de que se quedara y afrontara las consecuencias de sus actos, ahora solo esperaba a que pasara el tiempo para descubrir si él era el padre o no y ver que podía pasar.
—¿Qué dijeron tus padres?
—Quieren hablar con los tres.
Inmediatamente exhalé, realmente la situación de Scarlett era preocupante, no solo por el hecho que sus padres querían hablar con los tres candidatos, sino que lo más probable era que los iban a casar quien resultara el padre. me preocupé mucho por Ethan.
—Gracias por ayudarme.
—No es nada, sea quien sea el padre tiene que hacerse responsable.
Estuvimos platicando un rato más sobre su embarazo y dando uno que otro tip para cuidarse, tenía un poco de experiencia con eso. Me recordaba a Diana y a Xime a la vez, siendo madres primerizas estaban nerviosas y temerosas.
Terminamos de platicar, ella se fue y se perdió por los pasillos, yo recogí mis cosas, salí del salón y fui a marcar mi tarjeta de salida. En el camino hacia mi auto me encontré a Ethan tratando de encender el suyo.
ESTÁS LEYENDO
Mi mejor promesa (SAGA: Esperanza) #1
RomanceSebastián Flores es un profesor que vive en un pent-house en Los Ángeles (California), tiene un pasado que lo atormenta, pero en una noche sin consuelo, llega a su hogar una chica embarazada justo a media noche. ¿Podrá Ximena Díaz hacerlo recuperar...