Capítulo 18: Cuando alguien se va

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Ese día, ese momento, en donde ambos nos unimos en un solo acto hermoso, fue lo mejor de la vida, pude sentirla completamente y eso era demasiado bello.

Eso fue el comienzo de algo más que maravilloso, cada que teníamos la necesidad o cada que nos gustara, sólo con una simple mirada sabíamos que queríamos estar el uno con el otro.

Pasaron cuatro semanas de la primera vez, y en este tiempo todo iba bien. Todo su embarazo iba conforme lo planeado, cada vez su vientre se hacía más grande y esa imagen hermosa se hacía más bella. Los efectos del embarazo se hacían más notorios, pero Xime lo disfrutaba, por lo que no debía de preocuparme por eso.

Xime habla más y más con sus padres y eso era demasiado bueno, ya era raro que tuvieran alguna pelea y eso me tranquilizaba mucho. Tampoco no obtuve ninguna noticia de Eva, por lo que eso me tenía mucho sin cuidado, sabía que mientras más me preocupaba, peor sería.

—¿En qué piensas tanto, mi amor? —preguntó Xime cortando mis pensamientos.

—En el baby shower de hoy —respondí con una sonrisa.

Natasha había convencido a Xime de que hiciera uno, por lo que las últimas 3 semanas estuvieron planeándolo y por fin este día sería, al no tener trabajo por ser sábado, me quedaría para estar con mi amor.

—¿Crees que debería poner un color neutro como amarillo? —preguntó indecisa.

—Aún no sabemos el sexo del bebé, por lo que eso sería más conveniente.

Me intrigaba demasiado cuál era el sexo del pequeño, daba mucha curiosidad, y para saber cómo sería la apariencia de aquel pequeño ser.

—Por cierto, no te dije —empezó—, Natasha y Kendall vendrán un poco antes para ayudarme a terminarlo todo.

—Tú y Kendall se han hecho muy amigas, ¿verdad?

—Sí, somos buenas amigas, no al mismo estado que con Natasha, pero sí es una buena amiga.

Eso me alegraba bastante, que mi novia y mi mejor amiga se llevarán bien, era algo bueno y me provocaba mucha confianza.

—¿A quiénes invitaste? —pregunté intrigado.

—Obviamente a ellas dos, unas amigas más y a Vanessa. Va a ser algo pequeño.

Eso, a pesar de que ya lo tenía contemplado, me sorprendía un poco, no sabía quién eran esas amigas más y eso me intrigaba bastante, tenía curiosidad.

Terminamos de desayunar. Fue un desayuno pequeño, apegado a su dieta. La vi increíblemente hermosa, con ese pijama que tan bien se le veía, estaba babeando internamente. Ella solo recogía un poco y estaba en su celular.

Recibí una llamada, mi celular sonó con el mismo timbre de antes, saqué mi teléfono de mi jean y era Ethan quien me llamaba, eso me extrañó mucho, casi nunca hacía eso a menos que tuviéramos algo pendiente que hacer. Xime me miró curiosa, interesada por la llamada.

—Ethan, ¿qué pasó?

Sebastián, hay algo delicado que debo decirte —respondió triste.

—¿Qué sucede? —pregunté preocupado.

Xime, al escuchar esas palabras, me miró preocupada. Yo lo estaba, bastante. Esperé a que me respondiera. Exhaló lentamente y respiró, intentando poder hablar.

Papá murió —dijo de una.

En ese momento algo me golpeó el pecho, era dolor, lo que dijo dolió increíblemente dentro. Respiré profundo intentando calmarme, me sentía bastante débil, fue como un balde de agua fría.

Mi mejor promesa (SAGA: Esperanza) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora