The Sound Of Your Heart.

30. Cumpleaños

Cuando llegó el día de mi cumpleaños, mi animo no era muy diferente de los otros días.

Habían pasado diez días desde la muerte de mi abuelo y a pesar que se supone que el tiempo era la mejor cura, no parecía serlo para mí en este momento.

Sí, me sentía algo mejor, pero no estaba al cien aún, estaba como a un sesenta y cinco por ciento y seguía cargando, volver a ser la Keyla que normalmente era cuesta mucho en cargar.

Ahora, estaba sentada yo sola en nuestra mesa en la cafetería, esperando a mis amigos, cuando de repente éstos aparecieron, todos menos Ryan, cantando las mañanitas y colocando un pastel con el número veintidós frente a mí.

Sonrío sorprendida ya que no esperaba esa sorpresa y los chicos se sientan terminando de cantar.

—¡Felicidades, Key! —gritan juntos, aplaudiendo y sonriendo para mí.

—Gracias chicos —sonrío, viéndolos a todos.

—Pide un deseo y apaga las velas —dice Jessie entusiasmada.

—Sí —la apoya Zack—. Porque tengo hambre y ese pastel se ve delicioso.

Cierro mis ojos y sonrío pidiendo mi deseo: Por muchos cumpleaños más así.

Abro los ojos y los chicos gritan, luciendo felices por mí. A pesar de que no estoy al cien, me siento feliz por la pequeña sorpresa que mis amigos organizaron. Al menos sabía que ellos estaban conmigo en las buenas y en las malas, demostrándome que verdaderamente eran mis amigos.

—¡A partir el pastel! —Nía me entrega una espátula, dándome los honores del primer pedazo. Corto una pequeña rebanada y los chicos me graban y toman fotos lo mas seguro para subirlas a Facebook, instagram o snapchat.

—Espero y al menos me estén grabando en mi mejor ángulo —río y Zack chasquea la lengua.

—Por favor Keyla, por donde sea que te vean te ves igual de hermosa.

—Que halagadores andan hoy —termino de cortar mi pedazo de pastel y Alex me da un plato y un tenedor.

—Es porque es tu cumpleaños —dice él a mi lado—. No te acostumbres.

Coloco el pedazo de pan sobre el plato y Jessie toma el pastel para cortar el resto de pedazos.

Estaba por preguntar por Ryan cuando éste apareció corriendo en nuestra dirección con un paquete en la mano.

—Lo siento, me dormí —respira agitado al detenerse en nuestra mesa. Me ve y una gran sonrisa se extiende en su rostro—. Ven aquí.

Me pongo de pie sin salir de la mesa y Ryan me rodea con sus fuertes brazos, pegándome a su cuerpo. Río cuando él me levanta del suelo, sacándome de la mesa.

—Ryan —protesto sin dejar de reír. Él al tenerme fuera de la mesa, me deja sobre mis pies y me alejo, queriendo ver sus ojos. Sus manos permanecen a mi alrededor y sonrío encontrando su mirada.

—Feliz cumpleaños, cariño —sonríe.

Mi sonrisa se extiende al ver la admiración, felicidad y amor con la que Ryan me miraba. Podía sentir todo su cariño con tan sólo encontrar su mirada y eso era increíble.

Él baja su cabeza a la mía encontrando nuestros labios y me besa de manera suave y lenta. Mis manos suben por su pecho y siento como su corazón late con fuerza, eso me hace sonreír sobre sus labios y a Ryan pareció gustarle eso porque me besó con más fuerza.

Nuestros amigos comienzan a gritar y decir cosas sobre nosotros así que me alejo, cortando nuestro beso. Él se aleja y sonríe levantando la mano, acariciando suavemente mi mejilla.