Cuando finalmente llegó el viernes me sentí aliviada.
Significaba el último día de clases y mi tarde libre para ir a patinar.
Mi pie rebota una y otra vez contra el suelo con impaciencia mientras esperaba a que terminara mi última clase.
Air, quien estaba a mi lado, me pegó un codazo tan fuerte que me dejó sin aire.
Me hundo en mi asiento tratando de respirar después de su golpe. Dolía, dolía mucho y respirar era difícil después de su golpe.
—Quédate quieta o recibirás otro igual —amenaza mi amiga.
—Tú —respiro hondo tratando de volver a mi respiración normal—. Tú eres un ser sin corazón.
—Señorita West —me llama la atención el señor Blend, nuestro maestro de fisiología psicológica—. ¿Tiene algo qué compartir con la clase?
Niego rápidamente.
—¿Segura? —insiste—. La veo hablando con su compañera.
—Lo lamento —suspiro.
El señor Blend no insiste y suspiro aún más fuerte hundiéndome en mi asiento.
—Por tu culpa —susurro sin ver a Air.
—Tú tienes la culpa —susurra de la misma forma para evitar llamar la atención—. Me pones nerviosa con tu ansiedad.
—Quiero irme.
—Sí, casi no se nota.
Pasan alrededor de veinte minutos más hasta que el señor Blend da por finalizada la clase.
Tomo mis cosas rápidamente y Air hace lo mismo. Voy a la salida a toda prisa hasta que el señor Blend me llama.
—Señorita West.
Me detengo maldiciendo, sabiendo lo que dirá. Aquí vamos con otro discurso.
Me vuelvo a él enfrentándolo con una sonrisa.
—¿Si señor Blend?
—Espero que para la próxima clase traiga muy bien aprendidos esos neurotransmisores y para qué sirven cada uno de ellos —dice sin verme mientras recoge sus cosas—. Así podrá hablar menos con su compañera, ya que daré por cuenta que de eso hablaban ¿o no?
Air se detiene a mi lado, sonriendo.
—Así es señor Blend —interviene mi amiga—. Y no se preocupe, estudiaremos mucho para no interrumpir.
—Eso espero —suspira él con cansancio.
Camina por delante de nosotras y sale del aula. Suspiro hasta que Air me da otro golpe en el brazo.
—¡Oye! —protesto—. ¿Ahora qué hice?
—Nada, sólo quería golpearte —sonríe para luego girarse y salir del aula.
Hago mis pies avanzar y me alejo de Air yendo en dirección contraria a la de ella.
Air va a la cafetería con los chicos mientras que yo voy a la residencia por mis patines.
Necesitaba patinar a la de ya.
Voy casi corriendo hasta mi habitación, y cuando finalmente llego, dejo mis libros, tomo mis patines y salgo igual de rápido.
Cierro la puerta al salir, y cuelgo mis patines de uno de mis hombros. Voy hasta la salida y busco mi auto.
Cuando lo encuentro subo a él y dejo mis cosas en el asiento del copiloto. Enciendo la radio dejando una estación donde pasan música pop, y pongo el auto en marcha saliendo del estacionamiento hasta que escucho un grito.
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The Sound Of Your Heart.
Teen FictionLa rivalidad desata la guerra, y el odio...¿el amor? Keyla West a planeado toda su vida. Ir a la universidad, sacar buenas notas, graduarse de psicología, tener un consultorio prestigioso, y tal vez casarse. Pero lo que nunca planeó es que él se en...