Habían pasado 2 semanas que sinceramente se le habían hecho eternas, y no es para menos pues no había sido fácil hacer como si nada pasara, como si todo en su vida estuviera más que bien, cuando claramente la pobre Madison no hacía más que sufrir. Se sentía tan sola, solo sentía que podía confiar en su mejor amiga, Hayley.Había podido hablar con Zayn solo un par de veces cuando Hayley le prestaba su teléfono, y eso que solo podían hacerlo por unos cuentos minutos ya que las chicas siempre se escondían en algún lugar del colegio así que el tiempo era muy limitado ya que temían que alguien las descubriera. No fuera a ser que por un descuido de ellas la madre de Madison se enterara e hiciera algo en lo que pudiese afectar a Zayn.
En cuanto a Louis, él había tratado de acercarse a Maddie un par de veces durante las últimas semanas pero por obvias razones la chica lo ignoraba y hacia todo lo posible para no tener que estar ni un poco cerca de él, no había una manera de que ella pudiera confiar nuevamente en el, eso sería algo imposible, el había perdido su oportunidad así que ahora debía abstenerse a las consecuencias.
Aunque no lo crean él estaba tratando de cambiar, no quería ser malo, no quería ser odiado. El realmente no era malo solo había actuado sin pensar las cosas; la sed de venganza, las ganas de tener a alguien que claramente no le correspondía tenerlo, fue lo que lo llevó a cometer los actos que hizo en un pasado. Pensó que una vez hubiese completado todo su plan se sentiría bien, se sentiría completo, pero aquello no fue así; lo único que pasó fue que la culpa lo consumía, queriendo hacer algo para arreglar todo su desastre aunque lamentablemente ya era demasiado tarde para arrepentirse, lo hecho, hecho estaba.
No saben las ganas que tenía el pobre chico de poder volver el tiempo atrás; el tiempo tan lejano y tan hermoso en el que él y Maddie eran los mejores amigos, casi como hermanos, en el que cada pequeña cosa que hacían les arreglaba la vida sin siquiera darse cuenta de lo felices que eran, y eso es lo que pasa siempre, nunca nos damos cuenta de las cosas que tenemos, nunca somos felices con todo lo que tenemos, pero cuando lo perdemos es cuando nos damos cuenta que aquello no era tan malo, que daríamos todo lo que tenemos por volver a ese tiempo en el que éramos felices de verdad. Con lágrimas en los ojos llega a la mente del castaño un recuerdo tan lejano del día en el que él y Maddie se conocieron, el día en el que el pequeño niño de 8 años encontró a su mejor amiga sin siquiera darse cuenta.
Flashback.
El pequeño Louis andaba caminando tranquilamente cogiendo firmemente su pequeña mano de la mano de su madre, cuando de repente por sus bellos ojos azules a lo lejos divisa un carrito de helado, así que como todo niño emocionado comienza a halar la mano de su madre hacia la dirección del carrito.
— ¡Mami, mami, quiero un helado! —expresa emocionado el pequeño.
— Esta bien mi amor, te lo comprare —al escuchar las palabras de su madre sale corriendo emocionado en dirección al carrito, y la madre sale tras de él.
Por fin el pequeño logra llegar a su destino, se empina para tratar de alcanzar a ver los sabores de los helados y que el señor note su presencia pero todo esto es en vano pues el niño sigue siendo muy pequeño como para alcanzarlo, entonces opta por hacer otra cosa.
— ¡Señor, señor! —grita para que el heladero note al pobre pequeño en busca de su helado.
El señor lo escucha y por fin logra verlo.
— ¿Qué se te ofrece, pequeño? —pregunta el señor hacia el niño alegremente.
— Quiero un helado de chocolate.
— ¡Oh, claro! —el señor tarda unos segundos para por fin darle el helado al pequeño y su madre aparece tras de él dandole al señor el dinero del helado.
Cuando el pequeño se voltea para ir con su madre nuevamente, sin querer el helado se resbala de sus pequeñas manos y cae en la camisa blanca con un tierno estampado de Minnie de una pequeña niña que esperaba por su helado, y la camisa que antes era blanca queda manchada de un color café típico del chocolate.
— ¡Oye! —grita la niña llamando la atención de varias personas, entre ellas a la madre del pequeño.
— ¡Oh no, Louis! —grita la madre del pequeño.
— ¡Maddie! —tras de ella aparece la madre de la pequeña.
— Yo...yo...lo siento —se disculpa el pequeño avergonzado.
— Yo soy Madison pero puedes llamarme Maddie —extiende la mano cortésmente— ¿y tú eres?
— Lo...Louis
— Me agradas —sonríe la pequeña observando al mayor—, eres callado, y eso me agrada —el pequeño sonríe avergonzado.
— Gracias. Ya...ya debo irme.
El pequeño se aleja y va tras su madre quien hablaba con la madre de Maddie que aún pedía perdón por lo acontecido anteriormente con el helado, y la madre de la pequeña le decía que estaba todo bien.
Louis se fue sonriente a casa sin darse cuenta que esa niña que había conocido en el parque se convertiría en su mejor amiga.
*fin de flashback*
Cuanto desearía el poder tener a su amiga de nuevo, pero estaba convencido de que para que ella volviera a confiar en él tendría que hacer hasta lo imposible porque ella no iba a acceder tan fácil a perdonarlo.
{...}
Maddie se encontraba en su habitación sin ganas de hacer nada al igual que en estas últimas semanas pues igual tenía razón de sentirse así, no había superado ni nunca podría superar lo que sus padres habían hecho. Recordaba haber escuchado a su padre decir que él solo era un capricho, pero si esto fuese cierto, ¿por qué le costaba tanto olvidarlo? ¿Por qué le dolía tanto ya no tenerlo junto a ella? Exacto, las preguntas se responden solas, esto no es un "capricho" tal cual como dijo su padre, ella en serio lo ama y lamentablemente eso era algo que sus padres no lograban comprender. O eso creía ella.
Se escuchan tres golpes a la puerta.
— Mamá ya te dije que no quiero que me molestes —responde sin ningún ánimo.
— No soy tu madre —abre los ojos como platos al escuchar aquella voz, no es el, no hay forma de que pudiera ser el, seguro ya hasta estaba alucinando.
La puerta se abre despejando todas sus dudas.
— Zayn...
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Mi Profesor De Ingles |Zayn Malik|
FanfictionMadison Smith una chica normal de 16 años, estudiante, la típica chica que siempre le hace caso a sus padres. La vida le cambio por completo cuando lo conoció a él, su profesor de ingles, un hombre de 23 años, por más tonto que suene ella se enamor...