Mi Profesor De Ingles |Zayn Malik|

Capítulo 35.

"L" llega al edificio de los cuales los padres de Maddie son los jefes de la compañía.

Antes de entrar en aquel edificio se coloca la capucha de sus suéter asegurándose de que así no lo fueran a reconocer, no quería arriesgarse a ser descubierto, por lo menos no por ahora.

Al adentrarse en aquel alto edificio con lo primero que se encuentra es con la recepcionista que lo detiene preguntándole que era lo que necesitaba.

— Buenos días, ¿qué necesita? —cuestiona la recepcionista.

— Vengo a entregar un paquete al Sr. y Sra. Smith —señala el sobre que trae en sus manos.

— Bien, piso 20

—Gracias —se dirige hacia el ascensor

En cuanto llega a su piso destinado se encuentra con la secretaria que lo detiene de igual forma que lo había hecho la chica del primer piso.

— Buenos días, ¿qué se le ofrece?

— Buenos días, debo hablar con el Sr. y la Sra. Smith

— ¿Tiene cita? 

— No, pero es urgente lo que debo decirles, no tardará.

— Lo siento pero si no tiene una cita no puedo dejarlo pasar, además el Sr. Smith no se encuentra en este momento.

— Oh, eso no es impedimento para mí, podría hablar simplemente con la Sra. Smith

— Ella se encuentra ocupada con mucho papeleo del que tiene que ocuparse, no tiene tiempo para atenderlo ahora, si quiere puedo anotarlo en la agenda para que vuelva la próxima semana.

— No tengo tiempo para eso, además lo que debo decirle le interesara bastante, tiene que ver con su hija, ¿o a caso, la señorita no tiene tiempo para su hija tampoco? —enarca una ceja.

— Eh, está bien, espere un momento, yo le pregunto si puede pasar.

— Gracias.

La secretaria se levanta de su silla dirigiéndose hacia la oficina de la Sra. Smith.

Le da tres toques a la puerta para luego escuchar el "pase" de parte de la Sra. Smith.

— Hola Sra. Smith, lamentó interrumpirla sé que tiene mucho trabajo pero hay un joven afuera que quiere hablar con usted.

— Leidy , que yo recuerde no tengo ninguna cita ahora, y si es así dígale al joven que venga otro día, ahora no tengo tiempo.

— Si, si lo sé, eso mismo le dije, pero el está muy insistente en hablar con usted y...

— No me importa, no tengo tiempo para nada de eso.

— Dijo que era sobre su hija.

— ¿Mi hija? ¿Y ese joven tiene algo que ver con mi hija?

— No lo sé, solo me dijo que le debía hablar sobre su hija.

— Esta bien, déjalo pasar, pero que sea rápido.

— Si Señorita.

Leidy vuelve a su puesto encontrándose con el muchacho esperando pacientemente inspeccionando el lugar.

— Ya puede pasar, pero no tarde mucho.

— Oh, está bien, no necesitaré mucho tiempo de todas formas.

Se adentra hacia el pasillo dirigiéndose hacia la oficina principal, la de la Sra. Smith.

Tocando la puerta escucha desde dentro el "pase" haciendo caso y cerrando la puerta tras de él al ya encontrarse dentro de la oficina.

La Sra. Smith lo inspecciona por un momento y tratando de detectar el rostro del chico, pero no lo reconoce, su rostro lo mantiene tapado.

— Eh, siéntese por favor, ¿qué es lo que quiere decirme sobre mi hija? —reacciona

"L" se sienta en la silla que se encuentra justo en frente de la de la Sra. Smith

— ¿De qué conoce usted a mi hija?

— Oh éramos viejos amigos.

— ¿En serio? Porque no lo recuerdo muy bien.

— Quizás deja mucho tiempo sola a su hija y por eso no se entera de nada.

— ¿Qué? Discúlpeme pero si vino aquí a reprocharme lo que hago bien o lo que hago mal con mi hija puede retirarse y no hacerme perder más mi tiempo, yo confío lo suficiente en mi hija como para dejarla sola.

— No la haré perder su tiempo, antes al contrario, y por cierto no debería confiar tanto en su hija.

"L" posa el sobre que traía en las manos encima  del escritorio de la Sra. Smith y ella solo observa el sobre con confusión.

— ¿Qué es esto? —señala el sobre

— La razón por la cual debería estar más al pendiente de su hija.

— Retírese ya mismo, veo que solo me hace perder el tiempo.

— Primero revise lo que hay dentro del sobre, luego dígame si opina igual.

— No creo en usted, no me interesa revisar ese sobre, puede llevárselo de vuelta.

— No haré eso, le insisto que lo vea, yo lo hago por su bien y por el de su hija, no es justo que usted y su esposo no se hayan enterado todavía del comportamiento de su hija. Ahora me iré pero revise el sobre, solo prometa que lo hará.

— Bien, lo haré.

— Hasta pronto Sra. Smith

Sale de la oficina dejando pensativa a la Sra. Smith cuestionándose sobre si debería o no abrir el sobre, pero al fin decide abrirlo, al fin y al cabo ¿qué tan malo seria lo que abría ahí dentro?

Lo supo en cuanto lo abrió. Lo primero que sacó del sobre fue la nota que había dejado "L", leía la nota con detenimiento y con sus ojos abiertos como platos, no podía creer lo que leía eso no podía se real, su hija no haría algo así, esas palabras no podrían ser ciertas; pero su pequeña esperanza de que esto fuera falso se fueron por el retrete en cuanto saco lo demás que contenía el sobre, las fotos, esas fotos la habían dejado en shock, en una se podía apreciar a Maddie besando a su "profesor", y otras cuantas más fotos en las cuales se le podía notar a su hija muy cariñosa con aquel hombre, sin duda esto no era una relación de alumna a profesor. Se encontraba decepcionada de su hija, se sentía traicionada.

La ira la invadió y comenzó a llorar de impotencia, no podía creer que había confiado en su hija, y así es como le pagaba.

En eso su esposo entra por la puerta encontrándose con su esposa envuelta en lágrimas, el obviamente se asusta al encontrarla así y le pregunta que era lo que pasaba.

— ¿Qué pasa?

Ella sin responder le extiende las fotos y la nota.

— ¿Qué es esto? —observa las fotos con una cara de confusión.

— Lee la nota —es lo único que logra pronunciar su esposa.

Hace caso leyendo las palabras, al finalizar arruga la hoja con evidente molestia y la lanza al piso.

— No puedo creerlo, esa no es mi hija, ¡esto no es posible! Cuando la vea le voy a dar su merecido, esto no se quedará así tenemos que denunciar a ese hombre, se está aprovechando de nuestra hija.

La mujer no paraba de llorar, simplemente no podía creerlo.

— Estoy decepcionado.

— Yo igual —solloza

El hombre la abraza dándole su apoyo e intentando que la mujer se tranquilice.

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Se prendió esta mierda ahre.

Gracias por leer. Besos.