Wounds (Levi Ackerman)

Capítulo 18

- Awwwww... - el castaño admiraba con una sonrisita a la niña durmiendo plácidamente con Levi, el cual no tardó en despertar. Miró de reojo a Farlan con una mueca seria, aún más intensa que las usuales. - Que linduras. -le sonrió enternecido y el azabache solo agarró las sabanas cubriéndose a él y a Tabitha completamente para dormir al menos unos cinco minutos más, era de esas escasas ocasiones en las que lograba dormir en la mañana, ya que siempre tenía insomnio al rededor de las cuatro de la mañana y no lograba conciliar el sueño luego de abrir los  ojos. Pero esta vez sí, se apretó al cuerpo de la niña la cual se acomodó bien en el pequeño espacio de sus brazos y su pecho.

Tabitha llevaba un rato despierta, pero le encantaba esta sensación así que lo que menos haría es despertar a Levi, disfrutando así de su relajada respiración.

- ¡Vamos Levi, levántate! -suspiró levemente mirando a otro lado. - De acuerdo, de acuerdo... -salió de la habitación sin más.

Le alegra que la relación de ellos no sea mala.

.........

Tabitha convivió felizmente con los chicos, los cuales se acostumbraron y hasta tenían la necesidad de sentir la alegre presencia de la niña en la casa cuando esta no estaba.

Habiendo ya pasado un año y medio desde que se mudó con ellos, aprendió sin dificultades la lucha y defensa personal, pudiendo así, muy a regañadientes de Farlan ayudar a contribuir algo a la casa, ya que se había empezado a sentir completamente inútil sin importar lo mucho que Farlan se lo negara.

- Levi-saaaan. -exclamó Tabitha recargándose de la mesa, Farlan se paró junto a ella mirando con el ceño fruncido al azabache que suspiró suavemente suponiendo los berrinches que siguen. - ¿Verdad que sería muy bueno aprender a usar el equipo? -señaló el equipo de maniobras tridimensionales que limpiaba el chico con detenimiento. 

- Tabitha no, sería peligroso. -recalcó Farlan una vez más, el azabache los miró de reojo. - ¿Verdad que sí Levi? -este se levantó de la mesa para luego mirar los ojos verdes de la casi adolescente. 

-  Yo creo que está bien. - se encaminó a un gavetero aledaño a él abriéndolo. - Total, no te conseguí uno para nada. -sacó un maletín medianamente grande que colocó en el espacio libre de la mesa, los ojos de Farlan recriminaban al azabache mientras este solo miraba la expresión de emoción en la chica.

- ¡¡NO TE CREO!! ¡GRACIAS LEVI-SAN! -lo abrazó con fuerza, ella había crecido bastante, llegando a pasar al chico por varios centímetros. 

- Tch, está bien, ya... -esta lo soltó y de inmediato saltó a ver el contenido del maletín.

- ¡Es hermoso! -lo apreciaba como Levi aprecia una escoba nueva.

- Aveces pienso que están en contra mía. -Farlan hizo morritos captando la atención de sus dos amigos.

- ¿Pero que dices Farlan-niisan? -la chica rodeó la mesa para abrazarlo, escondiéndose en su pecho. - ¿Eres tonto? -este infló sus mejillas levemente jalando un mechón de su larga cabellera negra. - ¡Au! -ella lo pisó.

- ¡Auch! -jaló nuevamente su cabello y ella lo golpeó en el estomago.

- ¡Sí vuelven a pelear de nuevo dejaré que se maten! -exclamó Levi parando la pelea, los chicos lo miraron para luego asentir y quedarse quietos.

- Bueno, Levi-san... -rodeó la mesa una vez más esta vez para abrazar por la espalda al azabache que se volvió a sentar para proseguir con su limpieza. - ¿Cuando me enseñarás a usarlo? - los ligeros sonidos roncos de su dulce voz lo relajaban, más de lo que lo hace su aromática presencia lavanda.