Wounds (Levi Ackerman)

Capítulo 25

Era totalmente perfecto para ambos, Tabitha sobre el pecho de Levi, vistiendo únicamente su camisa a medio abotonar mientras que este tenía solamente sus pantalones puestos, la azabache delineaba las heridas del chico con detenimiento.

- Tienes muchas cicatrices... -este hizo un sonido gutural afirmativo mientras tenía sus ojos cerrados enfocado en exquisita presencia de la chica. - Que macho... -ahogó una leve sonrisa tonta mientras la apretaba más contra él. - ¿Por qué aceptaste que Isabel se quedara? -Levi abrió los ojos extrañado ante la pregunta.

- ¿Qué?... -Tabitha se recargó de sus brazos en la cama mirando detenidamente al azabache.

- ¿Como yo no volvía me ibas a remplazar? -este frunció el ceño.

- ¿Estás loca mujer? -esta miró a otro lado sentándose en su entrepierna mientras se cruzaba de brazos. Levi suspiró suavemente sentándose mientras la agarraba de las caderas manteniéndola en el mismo lugar. - Tu estás buscando que te vuelva a hacer el amor ¿Verdad? -esta ahogó una risita.

- Sí. -lo miró a los ojos y este ladeó una sonrista tirándola a la cama para ponerse sobre ella.

- ¿Que haré contigo? -mordió su labio inferior jalándolo suavemente.

- Cásate conmigo. -este la miró detenidamente.

- ¿Quieres que me case contigo? -esta asintió.

- Sí, te amo. -ahogó una torpe sonrisa en el delgado cuello de la chica.

- Está bien... -se separó para mirarla a los ojos. - Me casaré contigo, princesita. -esta se tiñó de rojo.

- ¿P-Prin...cesita? -asintió juntando sus frentes.

- Eres mi princesita... -Tabitha soltó una boba sonrisa.

- Y tu mi caballero. -este hizo una leve mueca al notar la intensidad de boberas que estaba diciendo. 

- Tch, que estupidez ¿Qué mierda me estás haciendo decir, mocosa?-ella rió suavemente abrazándolo con fuerza.

Tabitha sabía que debía volver, no podía quedarse es verdad, pero simplemente esa preocupación se disipaba por completo al sentir los labios de Levi sobre los de ella, esos besos cortos pero sonoros empeoraban la situación, quería quedarse una eternidad en sus brazos disfrutando de sus jadeos temblorosos y sus mejillas rosadas cuando ella decía algo cursi.

Toc Toc Toc

- ¿Ustedes dos no piensan salir de ahí? -preguntó Farlan del otro lado, el azabache solo bufó.

- No. -respondió este antes de volver a hundirse en la boca de su chica la cual ahogaba risitas tontas. 

- Te amo. -este miró a otro lado.

- Lo sé, joder... -suspiró tembloroso con un sonrojo en sus mejillas, esta rió burlona.

- Es que me gusta tu cara. -este la miró medianamente mal. 

- Maldita mocosa... -le hizo cosquillas en el cuello mientras esta se retorcía suavemente.

- ¡Ah! ¡Para! -chilló entre risas. 

- ¿Tienes hambre? -le preguntó recargándose en sus brazos mirando sus verdosos ojos.

- Ujum, les traje algo. - este exhaló antes de dejar un beso en sus labios. 

- Vístete, no quiero que te vean así. -esta miró sus piernas desnudas.   

- Vale...

Salieron cada uno con sus respectivas ropas.