Capítulo 29

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La tensión aumentaba gradualmente en la familia Hirazen, hasta el punto de que casi nadie se dirigía la palabra. Los hermanos al final se enteraron de la decisión de la menor, claramente los dos adultos en total desacuerdo fulminaban con la mirada a la pequeña azabache que se encogía adolorida. El hecho de mantener a su familia en constantes discusiones no la entusiasmaba para nada, se sentía resentida y frustrada todo el tiempo con el rechazo que le brindaban sus dos hermanos mayores. Sin embargo a Ryo no es que la idea repentina de su hermanita le convencía del todo, y no está seguro si la charla que tuvo con ella ayudó en algo pero tendría que tener otra a sabiendas de lo obstinada que puede llegar a ser.

Ya en la noche, decidió que era hora de plantearle el problema y su decisión al respecto a su hermana.

- Tabitha. –tocó su puerta sutilmente, la chica pocas veces salía de su habitación, sólo bajo la obligación de cumplir sus deberes o simplemente a entrenar por un par de horas, luego volvía en total silencio y se quedaba casi el día entero encerrada.

- Pasa. –sonó débilmente del otro lado, y este con una mueca entró en la habitación de la adolescente, se mantenía ordenado y limpio, solo que se sentía un característico olor a polvo, como si nadie viviese ahí. Observó detenidamente a la azabache en la cama luego de cerrar la puerta con seguro detrás de sí. Esta lo miró de reojo con un libro en sus manos.

- ¿Interrumpo? –ella negó sutilmente con la cabeza

- Sólo repasaba. –cerró el libro colocándolo en una mesita aledaña.

- Tenemos que hablar, Taby. –la nombrada miró a otro lado recordando a Farlan. Puso sus labios en línea recta respirando hondo.

- ¿Tú también me vas a llamar loca? –le miró de reojo, sus ojos verdosos ya no brillaban tanto. - ¿También vas a decirme que arruiné a nuestra familia? ¿Qué por mi culpa mamá está enferma? –su voz comenzó a cortarse por lo que se detuvo ante la expectante mirada de Ryo. Tamy había enfermado recientemente debido al estrés que tuvo, estaba muy cerca de sufrir un paro cardíaco. Dada de alta con reposo absoluto, se la pasa todo el tiempo en cama, solo sale a comer y muy a regañadientes de Taiki y Eita evita ver muy seguido a Tabitha, pues debe evitar emociones fuertes.

- No, Tabitha. –suspiró suavemente. - ¿Por qué te diría eso yo? –la azabache cerró sus ojos con fuerza antes de clavar su mirada adolorida en la pared.

- Es mi culpa. –abrazó sus rodillas. – Debería marcharme, Ryo. –este frunció el ceño.

- Tabitha –se sentó junto a ella para luego envolverla en sus brazos, la azabache se revolvió sintiendo las lágrimas y sentimientos frustrados obstruirse en su garganta, llevaba meses sin tener algún contacto de afecto maternal de este tipo. – Recuerdas la charla que tuvimos hace tiempo ¿Verdad? –esta asintió.

- Tú... Tú debes entenderme... ¿Cierto? –este se separó un poco para contemplar su mirada medianamente esperanzada.

- Sí, lo hago. –retiró el cabello de su rostro, toda ella lucía más pálida de lo normal, estaba ligeramente más delgada y con unas pequeñas ojeras debajo de sus opacos orbes verdes, se veía demacrada, algo que ocultaba con maquillaje, cosa que ella odia, ya que esa capa superficial no llega a cubrir su alma, detestaba esa superficialidad con todas sus fuerzas.

Ya había roto un par de tacones y una cartera para desahogarse, claro, cosa que remplazó de inmediato, ya va a graduarse pero no tiene permitido perder tiempo bajo el cuidado de Ryo, que la introdujo en la empresa para que tuviera un sueldo, apaciguando la intranquilidad de Tamy.

- Y... No te negaré que te vayas, pero sabes perfectamente los riesgos de unirte a la legión... ¿No? –la azabache lo miró determinada.

- Lo sé. –este suspiró.

- ¿Sabes lo doloroso que sería para nosotros perderte Tabitha? –esta colocó sus labios rectos bajando la mirada.

- Te lo creo por mamá.

- Todos Tabitha, nos destrozarías a todos. –suspiró levemente volviendo a envolver en sus brazos a la azabache la cual se escondió en su pecho.

- Ryo. –se separó de nuevo. – Quiero ir... Aún a sabiendas que puedo perderlos. –este frunció suavemente el ceño. – Perder los lazos. –aclaró. – Seguro no seré muy bien recibida si vuelvo aquí. –Ryo bajó la mirada.

- Eso es cierto, pero mamá y yo nos alegraremos de verte sana y salva. –volvió a apartar el cabello de su rostro. – Es la única condición que te pongo. –los ojos de la chica brillaron.

- R-Ryo...

- Vuelve entera niña. –una sonrisa entorpecida por las lágrimas se posó en el rostro de la azabache.

- ¡Gracias Ryo! –lo abrazó tal fuerza digno del cariño enorme que le tiene, gesto que él le devolvió como si fuese la última vez que viese a su hermanita.

- Yo me ocupo de dar la noticia. Quiero que le patees el culo a un titán por mí. –Tabitha le sonrió.

- Los mataré en tu nombre. –este sonrió antes de hacer una leve mueca de duda.

- Sí la ves... -masculló débilmente antes de quedarse callado, Tabitha logró escuchar y ladeó su rostro.

- ¿A esa chica? –este asintió mordiendo su labio.

- Ella... -miró sus manos. – Dile que... Aún la amo. –la azabache sonrió levemente.

- Por supuesto, amhg... ¿Cómo es ella? –al chico se le escapó una sonrisita.

- Es... Alta, su cabello es lacio y rubio, tiene unos hermosos ojos azules... -Tabitha lo miraba con empatía, tal vez ella ponía esa cara de tonta cuando pensaba en Levi. – Se llama Nanaba. -

- Yo me encargo de comunicárselo con mucho gusto apenas la vea. –este asintió revolviendo el cabello de la chiquilla antes de levantarse.

- Acuéstate a dormir. –ella le dedicó una tierna sonrisa.

- Buenas noches, Ryo. –se detuvo en la puerta mirándola de reojo.

- Buenas noches, Tabitha.

Salió de la habitación dejando sola a la azabache con su pequeña sonrisa, una sonrisa verdadera desde hace casi meses. Miró el techo, apenas si podía dejar de pensar en que haría ¿Cómo sería verlo de nuevo? sus profundos ojos grises y las mariposas que despierta en su interior con una sola mirada, y cuando sonríe, oh, esa sonrisa que solo le dedica a ella, la estremece por completo. Ella ama ese lado tierno que tiene cuando están solos, más allá de algo sexual, sólo lo quiere a su lado, así siente confort, tranquilidad y paz consigo misma.

Respiró hondo mentalizándose, estará a su lado muy pronto. Ahogó una risita imaginando su rostro, o el de Farlan, o el de Isabel, le parece muy buena chica, tiene pensado pasar más tiempo con ella. Suspiró cerrando sus ojos con una sonrisa de oreja a oreja para quedarse dormida.

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I'm back bitches B|

Bueno, mis disculpas ante mi temporada de vacaciones y desaparición repentina. Pero de verdad pasé un tiempo sin ganas de escribir y no es algo que me gusta forzar. Pero bueno, aquí está mi prueba de que no me morisioné :v

Aparte que mi internet está peor que la caca, y me disculpo de antemano si tardo mucho en publicar pero que te den 5 minutos de internet que se van mientras la página se digna a cargar el día de la pera... Imaginen mi sufrimiento ;-;

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Wounds  (Levi Ackerman)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora