Capítulo 40

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El mes anteriormente predicho, pasó prácticamente volando, siendo ya el dichoso día de la expedición, Tabitha estaba ansiosa, demasiado tal vez.

Por un lado quería ver un titán, pero por el otro no, ahí hablaba su sensatez. Levi no se sentía tan entusiasmado, fue muy trágica para él la última expedición que hizo con personas que le importaban. Ahora con Tabitha ahí, siendo tan tonta a veces y más con la cereza del pastel de no haber visto un titán en su vida.

Levi respiró hondo mentalizándose, puede tenerle el ojo encima mientras la formación esté lo suficientemente unida.

Una vez se separe demasiado...

Mordió su labio pensando en la capitana de la cadete. Suplicó, de las pocas veces que lo hace, le suplicó a algo divino que la loca de Hanji cuide a la niña de sus ojos mientras él no pueda.

Tabitha se paró junto a Levi ya totalmente preparada.

- ¿Estás listo? –este la miró y ella hizo una leve mueca ante su mirada. - ¿L-Levi? –entreabrió sus labios deseando decirle como se siente, como teme perderla. Pero los cerró al ver que sus palabras se perdieron en el camino.

- Sí, vámonos. –ajustó su capa antes de salir de la habitación.

Una vez todo preparado, partieron hasta la muralla Maria donde la puerta del distrito Trost abría poco a poco la línea divisora de la seguridad y la aventura bajo el vitoreo de las masas que aún creían en la salvación de la humanidad.

Levi miraba fijamente a Tabitha, su escuadra está posicionada verticalmente a la de ella, le brindaba ligeramente algo de tranquilidad, detectará el peligro antes de que logre afectarle a ella.

- Mira como te mira tu enano. –Tabitha miró a Levi antes de desviar la mirada sonrojada.

- L-Lleva mirándome así desde que nos levantamos... -Hanji le sonrió traviesa. - ¡N-No me mires así! –cubrió su rostro temblorosa tratando de centrarse en la misión, restregó su cara antes de mirar al frente con forzada firmeza recordando las palabras de Erwin hace pocos días...

- Hola Tabitha. –saludó este cortés mientras entraba a la solitaria cocina, a primera hora en la mañana, junto a Hanji y Mike detrás. La azabache se sobresaltó levemente mirándolos con una sonrisa tensa.

- H-Hola, buenos días a todos. –se giró a la cocina mientras exhalaba en silencio.

- ¿Estás bien chamaca? –Hanji se sentó junto a Erwin en la mesa mientras Mike se recostó de la pared en silencio mirando atento la escena.

- C-Claro ¿Q-Quieren café? –los miró de reojo intentando poner su mejor sonrisa.

- Umhg, bueno. –respondió Hanji. - ¿Y el enano?

- Está durmiendo. –los capitanes se miraron extrañados.

- ¿Durmiendo? –repitió Erwin y Tabitha asintió, vio a Levi algo cansado últimamente, y tan cerca de la expedición, decidió tomarse la libertad de darle un pequeño masaje en la noche, y desde entonces, quedó dormido profundamente.

- Ha estado algo cansado estos días, n-no quise molestarlo. –se giró dejando una taza en la mesa para cada uno. – ¿Quiere capitán? –le sonrió al rubio de pie el cual le devolvió el gesto levemente.

- Gracias.- aceptó la invitación tomando asiento.

- Tabitha. –la llamó Erwin ya con otro tono, más serio. La azabache hizo una leve mueca mirando sus ojos azules. – Quiero hacerte una pregunta.

Wounds  (Levi Ackerman)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora