Estimado lector, los niños no deben vagar solos por este mundo, pero no podemos mantenerlos en su nido para siempre. Mi hijo abandonó su habitación una noche al escuchar un extraño canto a través de su ventana, en el exterior. Yo sabía qué era eso, de mis años de estudio de esta criatura: Hay un monstruo que vaga por el mundo aprovechándose de los niños inocentes… observando… esperando. Lo recuerdo con cariño, fue el 15 de septiembre de 1983. Ese fue el año en que mi esposa y yo nos escapamos del ajetreado mundo de Nueva York para vivir nuestras vidas apartados, en Dakota del Norte. Vivimos felices allí durante varios años, hasta que descubrí mi único y verdadero amor: estudiar al Comesemillas, una criatura perturbada, mezcla entre ave y humano, que deambula por los bosques acechando a los niños, para después secuestrarlos, formando así parte de la leyenda. El 19 de junio 1987 fue la primera vez que lo vi, sentado en un árbol de mi jardín delantero. Yo estaba medio dormido cuando lo vi, y fue como si el destino me hiciera una seña diciendo: “síguelo, ámalo, estúdialo”. Casi a la misma hora, dos semanas más tarde me despertó un ruido raro golpeando mi ventana. Sabía que era él. Salí corriendo de la casa y le vi sentado en el árbol, mirándome fijamente a los ojos. Yo estaba a punto de llorar al ver su majestuosidad. Recuerdo que me dijo que quería mi ayuda, y yo hubiera hecho cualquier cosa por él. El 3 de abril de 1988, el Comesemillas vino a mi ventana y yo estaba muy contento. Dijo que había llegado el momento, lo recuerdo perfectamente. Resulta que el Comesemillas devora a los niños para mantenerse vivo, prolongar su juventud y vivir para siempre. Recuerdo aquel niño … ¿cómo se llamaba? Oh, bueno… no importa. Recuerdo que fui a su casa y llamé a su puerta a las 4:29 am, pero nadie contestaba. Vi una ventana que daba al cuarto de los muchachos y fui a decírselo al Comesemillas. Me dijo cómo llamar su atención al día siguiente. Pasaron algunas semanas semanas y el hedor de la carne era asqueroso. ¿Dónde está el Comesemillas? Los padres del niño colocaron carteles de “perdido” la semana pasada, y yo me pregunto ¿por qué no se preocuparon las dos primeras semanas? Oh bueno, eso no me preocupa.
El 14 de mayo de 1988, el muchacho no era más que carne podrida e hinchada, y el Comesemillas estaba desaparecido… supongo que mis servicios no eran necesarios.
15 de mayo 1988: llegó. Se llevó el cuerpo, y pidió otro.
16 de mayo 1988: murieron seis niños, seis niños devorados, seis más solicitados.
18 de mayo 1988: How Ever Losing People Makes mE wonder (Sin embargo, perder gente hace que me pregunte…)
El monstruo asesino Comesemillas vino esta noche, dijo que los chicos ya no servían … quería algo más grande … Si estás leyendo esto, puedes ser la única esperanza para encontrar la verdad de este asunto. En mi habitación hay un diario. En la página 49, descubrirás cómo quitar la vida a este monstruo, pero él me ha tenido preso bajo su mortal abrazo… yo no podía hacerlo, pero tal tú vez tengas más fuerza que yo.