Muchas leyendas urbanas son reales o ficticias, pero pueden estar tan seguros de que esta historia es tan real, como tú y yo.
Esta historia data a principios del siglo 19, en la ciudad capital Managua, Nicaragua.
Donde las personas eran sociables y carismáticas, aunque no se tuvieran una relación especial conversaban como si del más fiel de los amigos se tratase, como si se conocieran por décadas.
En este departamento había una bella casa, acogedora, con un jardín tan enorme que te podrías perder en él, en ella habitaba una típica pareja de recién casados, envueltos con los típicos problemas económicos. La esposa tan bella e inteligente, no perdía ni un solo rayo de su juventud. Mientras el esposo arrogante e egoísta gastaba el dinero que alimentaba la boca de su esposa y su primogénito aun en el vientre de su madre, en prostitutas y apuestas.
Noche tras noche era la misma discusión,
- ¿Qué comerá el niño si sigues gastando el poco dinero que ganas en golfas, no te preocupa que tu hijo no tenga comodidades, afecto, ropa, un hogar estable?- decía la mujer
A lo que el esposo le respondía con una insensible y fría cachetada en la mejilla.
Pues la mujer no tenía muchos derechos en esa época, solo tener unos cuantos hijos, y dedicarse a los quehaceres de la casa.
La mujer tuvo que aguantar 5 años de ese maltrato.
Perturbada de la rutina diaria, harta de tanto maltrato físico como mental, tomo un cuchillo sin pensar prudentemente, y corto la garganta de su marido, lo apuñalo varias veces en el pecho, cortando todo órgano que veía, en medio del bullicio su hijo ya de 5 años, se despierta y ve a su madre apuñalando a su padre, el niño en su inocencia baja y le pregunta a su madre porque apuñala a su padre, su madre lo toma en brazos, dándole un último beso un beso a la vez de amor y a la vez macabro. Cuando retira sus labios de la mejilla del infante, lo apuñala como hizo con su padre.
La mujer en su estado de locura se apuñalo a si misma nadando en un charco de sangre junto a su hijo y esposo. Nadie quiso comprar la vivienda dado al crimen ocurrido ahí, y no fue demolida por respeto a los fallecidos.
Después de unos 67 años, 3 días pasado el gran terremoto de Managua. La policía nacional fue comandada a revisar aquella vieja vivienda, con el fin de construir un nuevo distrito en la ciudad.
La casa fue muy afectada por el terremoto, descolorida, deteriorada, el jardín tan seco que con la más mínima brisa las hojas crujían.
Al entrar los oficiales podían, escuchar la voz de un infante, y una voz femenina, creyendo que alguien se había refugiado en la vivienda rondaron la casa, pero lo que encontraron no fue muy agradable, manchas de sangre en las paredes, huesos entre los escombros, y detrás de los oficiales la mujer riendo de oreja a oreja, flotando, pálida tan desfigurada que no parecía humana, los oficiales corrieron despavoridos de la escena, el distrito no fue construido si no en otra locación cuando la gente pasa por la casa maldita se persigna y cambia al bulevar contrario.