Obsesivo amor

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Escribo estas, mis últimas líneas desde dentro del armario de mis padres esperando que ella no me encuentre, ella era tan hermosa, pero su secreto se salió de su control, posiblemente no entiendan de que estoy hablando, es natural, ninguno de ustedes ha vivido lo que yo, dejen que les relate un poco en estas líneas, que posiblemente sean las últimas. El trabajo de mis padres nos obligaba a mudarse mucho, nunca hubo un lugar al cual yo podía llamar hogar, no puedo recordar los rostros de mis primeros amigos, ni siquiera mí primer amor, todo se había vuelto un caos en mí vida personal, cuando cumplí los 14 años, creí que jamás podría tener a alguien especial, una novia que me quisiera tanto como yo a ella, todo esto cambio cuando mis padres asentaron cabeza en un vecindario a las afueras de sunset ville, era un lugar hermoso tan pacífico que se podía escuchar una aguja caer desde la otra cuadra, exagero pero ya saben a qué me refiero. En ese mismo año mis padres me inscribieron en un colegio privado, de alto nivel lleno de gente snuff, y niños presumidos y mimados, el primer día de clases, un lunes por la mañana, me dirigía al colegio en el autobús, no le doy mucha importancia al paseo de la casa al colegio, ni me fijo en cómo es la casa de mis compañeros, pero hoy fue diferente en ese sentido, el conductor se detuvo cerca de la casa de una chica, su cabello castaño rozando el negror del azabache, sus ojos verdes como esmeraldas pulidas, sus labios rosa se veían suaves y tan delicados, su piel blanca, era hermosa, paso de largo sin siquiera mirarme y se sentó en la silla del final a la derecha, esa primera impresión jamás la voy a sacar de mi mente. Ya en el salón, choque con ella, bueno, casi choco con ella, ambos andábamos pensativos, sin fijarnos por donde andar, una disculpa rápida fueron nuestro primer y torpe cruce de palabras, nos miramos fijamente por un segundo, y entramos al salón de clases, después de ese momento, cada vez que nuestras miradas se encontraban, una sonrisa casi sardónica brotaba de nosotros, en el receso me le acerque, y con un gesto de pena y remordimiento me disculpe por mi torpeza, ella sonrió y me dijo su nombre con esa hermosa sonrisa , -me llamo Ann y ¿Tu eres?- es voz tan cálida, dulce y suave, me silencio por un par de segundos, hasta que con un poco de esfuerzo conteste –y..yo soy Andrés-, ella sonrió y me dijo -¿quieres almorzar conmigo?, asentí con la cabeza y di una sonrisa llena de mi estupidez y enamoramiento, luego del almuerzo, y después de clases, todos los días eran básicamente iguales. Paso el tiempo hasta que decidí proponerle que sea mi novia, era igual porque yo no era muy feo, al menos eso creo yo, esa tarde de domingo, un color naranja baño sus cabellos, que brillaron refulgentes frente a mí, la mire a los ojos, y le pedí que sea mi amor, ella, callo durante un tiempo, y su sonrisa paso a convertirse en una mueca de tristeza y pesadumbre, ella acepto casi de mala gana, como si tuviese algo que ocultar, ella simplemente callo, y me abrazo con fuerza, a la mañana siguiente en el colegio ella no me dirigió la palabra en todo el día, cambió repentinamente, me ignoraba no me miraba, cuando le pregunte, ella respondió -¿Por qué no le preguntas a tu amiga?- en un ataque de celos supuse yo, la tranquilice y la abrace en contra de las normas del colegio, el profesor de guardia me vio y me endilgo una suspensión de una semana. Ella me visitaba todos los días, pero podía notar un gran desagrado por mi madre, no solo parecía ignorarla si no también me parecía que trataba de evitar que mi madre me tocase, en un momento estuvo a punto de cruzar la línea, y le grito con fuerza a mi madre, en ese instante sus ojos verdes, parecían haber perdido todo su brillo, y reflejaban odio y despreció por mi progenitora, el pleito empeoro a tal punto de que tuve que sacar a Ann fuera de la casa, mi madre me prohibió volver a verla, me encerré en mi habitación y me tendí sobre mi cama pensativo, callado hasta dormirme. Paso el tiempo y escuche el teléfono timbrar, me despertó con un gran susto, al salir de mi habitación, las cosas se ponían raras, todas las luces estaban apagadas, y apenas eran las seis, el teléfono no paraba de sonar, al levantar la bocina para contestar, mi madre me dice que se salieron a cenar, que no tardan en regresar, y que me traerían algo, me calme, asentí la bocina y al dar solo un paso, sonó nuevamente el teléfono, pensando que mi madre olvido darme alguna instrucción conteste, un hola sacudió todo mi ser, un hola tan frío y seco, pasó raspando mi oído, era Ann, le dije que ya no podíamos seguir viéndonos, y que deberíamos terminar, ella, me amenazó duramente, insultando sin ton ni son, asentí rápidamente, y cerré todas las puertas de mi casa, sin olvidar ninguna. Esa noche no pude dormir, pensando que Ann llegaría y me cortaría el cuello con un cuchillo, mis padres entraron y solo entonces pude conciliar el sueño, a la mañana siguiente en el colegio note que Ann no se presentó, nadie parecía extrañado, solo yo parecía notar su falta, así fue toda la semana, junto con llamadas inoportunas, que hacían temblar mi cuerpo, sus escalofriante voz, no era de aquella dulce chica de quien me enamoré, ahora parecía venida de un ser infernal que solo buscaba lastimarme, cada día sentía más miedo y sufría al pensar que ella podía presentarse de cualquier forma en mi casa y cortarme la yugular, esa semana fue el infierno en la tierra, siempre escuchaba pasos, y puertas abrirse, hasta aquel día que escuche su voz fuera de mi ventana. Gritaba mi nombre con fuerza, pero parecía que solo yo era capaz de oírla, así pasaron dos semanas, sus gritos cesaron, y pensé que todo podía continuar con normalidad, en el colegio ella seguía sin aparecer, decidí distraer mi mente entrenando soccer después de clases, cierto día, regrese a casa de mi entrenamiento, cuando encontré la puerta abierta, y una nota en la pared que citaba, “amar es entregarse en cuerpo y alma al ser amado firma Ann”, escrito con tinta roja, Salí de mi casa corriendo lo más rápido que pude hasta encontrar ayuda, en mi huida casi me atropellan, eran mis padres sorprendidos por mi actitud, les dije que me alguien entro a la casa, llamaron a la policía desde una cabina cerca del parque, al ir a investigar, los agentes no encontraron ni siquiera aquella nota que anuncie a mis padres con tanto afán. Semanas pasaron cada día habían más notas, en cada nota, se podía ver que la tinta era más intensa y roja, con frases que hablaban de desamor, decidí guardarme todo eso para no incomodar a mis papas, aunque me asustaba pensar en eso, ya casi no salía, abandone el club de soccer, la escuela era el peor lugar para estar, me sentía vigilado todo el día, mis calificaciones bajaron, mis padres estaban tan preocupado, que me consiguieron un psicólogo para después de la escuela, cierto día después de la consulta con mi psicólogo, mis padres tardaban en venir por mí, me preocupe, pensando que tal vez Ann les hizo algo, me desespere, corrí a mi casa lo más rápido que pude, al llegar, solo note que la puerta estaba abierta como ya era costumbre. Entre lentamente todo era tan oscuro, no se podía ver casi nada, con la poca luz de afuera, vi una nota en el suelo, que decía –mira detrás de ti-, al voltear, dos cuerpos colgados de cuerdas, casi me golpean, de ellos se derramaba un líquido rojizo, sin fijarme corrí a la habitación de mis papas, y me refugie en su armario, rezando y esperando que no me encuentre, lo que sea que mato a mis a esas personas, ahora adiós espero poder sobrevivir esta noche.

Diario local, de sunset valley, año 1993, policiales, cuatro muertos en una casa, se cree que pudo haber sido una venganza, dos mujeres muertas una adolescente y la difunta madre del menor encontrado muerto sobre su cama, los cuerpos presentan diversos cortes y signos de tortura en todo el cuerpo, al lado del menor un cadáver de una menor desconocida que según testigos se llamaba Ann, presunta ex-novia, y asesina, se asegura que arrastro el cadáver del joven hasta su cama donde minutos después ella habría cometido suicidio, con varios cortes en las muñecas en las piernas y el cuchillo clavado en el estómago, al pie de la cama tres frases que dicen –recién casados, señora Ann de Andrés, juntos por siempre-, la policía investiga la procedencia de la menor llamada Ann y sus antecedentes mentales.

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