Vanessa
Las puertas de urgencias se abrieron abruptamente, los nerviosos paramédicos entraron furiosamente empujando una camilla haciéndola rechinar contra el suelo.
Vanessa ya estaba preparada para estos casos. Esté pobre chico debió de ser el primero en llegar al hospital fue lo que pensaron todos los médicos en el área, pero él príncipe siempre se lleva la preferencia, sin importar la vida de otra persona. Para la monarquía no importa ni su misma familia, toda la atención la tiene el próximo en la línea de secesión.
— Presenta golpes en la parte izquierda del cerebro con sangrado externo e interno que no pudimos controlar y tiene problemas para respirar —
Lo único que se escucha son las indicaciones y Vanessa cree que está a punto de enloquecer. Está preparada para situaciones de guerra donde hay mucha más sangre y soldados gritando de dolor, sin duda nació para hacer este trabajo. Así que actúan con rapidez para atender al joven.
— ¡Tijeras, por favor! — dice al aire.
Una enfermera cumple su petición y cuando las tijeras llegan a sus manos, separa la camisa con cuidado para no cortar su piel. Era muy confuso debido a la cantidad de sangre.
— Por favor, qué una de las enfermeras cierre la puerta y ventanillas, no quiero familiares traumatizados —
La herida del paciente es traumática y sangra demasiado, no es algo que muchos soporten ver, los médicos están acostumbrados a ver de todo. La sangre para ellos ya no es nada.
— A simple vista puedo dictar que el paciente presenta traumatismo craneal — revisó la herida en la cabeza, moviendo su cuero cabelludo abierto y sanguinolento, la suciedad a causa del choque le impide ver la herida en su totalidad. La única manera de que él pueda vivir es parar el sangrado en la herida de su costado izquierdo.
— Se ahoga, ¡Un bisturí! — gritó alguien en la habitación. El paciente es responsabilidad de Vanessa así que nada puede salir mal. Revisó la herida del costado izquierdo ya que es tan profunda que la sangre se fue hacia su pulmón, lo que provoca que él se esté ahogando.
— ¡Doctora, mire! —
Una enfermera con voz asustada señalo con su dedo la boca del chico, de está sale una densa espuma con sangre que baja por su cuello hasta llegar a la camilla. Aprieta más fuerte el bisturí antes de hacer el primer corte, la sangre brota impidiendo la visión de la herida, pero lo hizo, como siempre salvo la vida de su paciente.
Vanessa suspiró y dejó caer los guantes manchados al cesto de basura.
Pero la puerta se abrio de forma violenta. Una mujer embarazada los mira a todos con rostro asustado, se quedó así sin hacer nada hasta que bajo la vista hacia el cuerpo ensangrentado y con tubos, segundos después se desmayó.
— Necesitó cambiarme y alguien por favor levanté a esa pobre chica — les dijo saliendo con cuidado de no chocar contra la mujer tirada en el piso.
Fue a su casillero para respirar y lavarse para quitar los rastros de sangre. Nunca nadie sabrá lo difícil que es esta profesión, la mayor impotencia que existe para un medico, la vida de Alaric se va como agua entre las manos de la doctora y no puede hacer nada para detenerlo. La otra opción es una cirugía.
Los familiares esperan en el área VIP del hospital. La sala derrocha lujo y sobre todo está fuera del alcance de los periodistas. El príncipe ve llegar a la joven doctora y lo único que piensa es como una mujer tan hermosa puede tener un trabajo tan mounstroso, puede notar pequeñas manchas de sangre en su ropa y cuando levantó su vista se encontró con una mujer que siempre sonríe. Es tan difícil de entender.
— Necesitó hablar con los familiares de Alaric — Inmediatamente dos chicas caminan hacia la donde esta, trataban de ganarse entre ellas y logro percatarse que la embarazada era una de ellas.
— ¡Soy su prometida!
— ¡Te equivocas, yo soy su novia!
Pero Vanessa no es una mujer con mucha paciencia y menos para tonterías como está. Un hospital no es un juego.
— Con todo respeto, no me importa su rivalidad y mucho menos quienes sean ustedes, no hablaré mientras esten alteradas, solo quiero hablar con los padres de Alaric —
— Somos los padres de Alaric — escuchó la Doctora.
— Mucho gusto, soy la doctora Vanessa Rizzi, acompañenme a un lugar más privado donde podremos hablar sobre el estado de su hijo —
No le gusta mentir, nunca lo hace cuando tiene que hablar sobre la muerte y por eso todos dicen que es la doctora más fría del hospital, en la guerra no se pude mentir a un soldado herido y en las enfermedades tampoco. Les explico a los padre de Alaric todo lo que habría que hacerse y también las cosas negativas. Ni siquiera en la universidad de medicina los preparan para la vida real.
— ¿Cuantas novias crees que tenga tú paciente, Alaric? —
Vanessa se puso su ropa de quirófano y se acomodó el gorro mientras veía la mirada de burla de su amigo. Él siempre la acompaña en cirugía difíciles y a ella le gusta, le transmite seguridad. Ambos podían ver cómo las enfermeras preparaban el cuerpo de Alaric.
— Espero que ya no más, aunque no me sorprendería que llegarán otras, ya estoy preparada para todo tipo de situaciones dificiles —
— Puede que alguna de ella salga herida por defender su titulo de novia de Alaric, mi mentalidad feminista está dañada gracias a ellas — Dijo la joven doctora antes de entrar a la sala de operaciones.
Sabía que haría todo lo posible para salvar la vida de Alaric, el chico que tiene muchas novias.
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THE PRINCES BRAIN [ Saga MÉDICOS parte 1]
Teen FictionVanessa es una reconocida doctora, es feminista y liberal, eso cree hasta que a su consultorio llega un paciente muy peculiar, como por ejemplo el futuro rey de Inglaterra. The Prince Brain, saga médicos Libro 1 No se aceptan ningún tipo de adapt...