Capitulo 32

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Vanessa

Vanessa se cubrió del incesante sol que doraba su piel, sus mejillas estaban rojas y se sentía pegajosa, necesitaba una ducha urgente. Pero en el desierto de Abu Dhabi no hay nada, solo siente arena en sus botas y cree ver espejismos debido al sol. Sabía que tenía que haberle hecho caso a Alexander cuando le dijo que ese lugar era como el infierno, hermoso pero muy caluroso.

La camioneta por fin se detuvo en un lugar remoto del desierto, solo puede ver carpas por todos lados. Aiden llegó detrás con sus materiales de trabajo en cada mano.

De entre las carpas salió aquel hombre que la había cautivado tanto con una sola mirada, algo en su caminar le recordaba a Alexander, seguros de sí mismos ya que atraen la mirada al pasar, aunque este hombre es mucho mas amable que el novio de la doctora. 

— Me trajiste al final del mundo, gracias amiga. Me sorprende que la Corona no se haya molestado contigo porque estas aquí — le dice Aiden mientras caminan cargando sus mochilas

— Digamos que Alexander no sabe precisamente toda la verdad. Él cree que estoy de vacaciones contigo y no que venimos a trabajar, de lo contrario se hubiera puesto como un loco mandon al no querer que estuviera aquí. Es una pequeña mentira  —

— ¡Eres un demonio mujer, si el príncipe me hace algo será tu culpa! Siempre tienes que echarme la culpa  en tus locuras, algún día no estaré  para ti y que haras. — la tomó por los hombros — La verdad es que me alegro que pasemos tiempo juntos ¿Ya te extrañaba, sabes? —

— No seas cursi Aiden, me ves todos los días en el hospital —

— No, estás con el príncipe o este podría ser el último viaje de nuestras vidas —

Vanessa no comprendio porque su amigo contestaba con tanta amargura. 

Ishaq Nasser los encontró dentro de la calurosa carpa, los niños se le acercaban sonrientes pero aquel soldado solo tenia ojos para la rubia doctora. Ishaq la vio por primera vez en la fiesta de cumpleaños de la reina de Inglaterra. Claro, un príncipe árabe y que no es heredero no existe para el mundo.

— ¿Listos para operar? — dijo al entrar a la carpa Ishaq. Todos los médicos captaron su atención.

Vanessa se sacudió la arena y sin decir nada se acercó a sus compañeros de trabajo. No es una mujer tonta y sabe cuando un hombre la mira, ese soldado no le quita la vista de encima. Aún así  de sonrojo.

Los llevo a conocer a todas las personas de la tribu, hombres serios, mujeres tímidas y niños corriendo. Hasta que por fin llegaron al pequeño hospital improvisado. Aiden y Vanessa se dedicaron a mirar a los moribundos pacientes pero los gritos desesperados de una mujer los distrajeron. 

— ¿Doctora quiere ayudarnos? — Todos los médicos se giraron hacia la joven, el soldado la miraba fijamente  haciéndola sonrojar o posiblemente fuera el sol. — Hay una mujer en labor de parto y no pueden entrar hombres con ella. ¿Que dice doctora? —

Los gritos de la mujer eran cada vez más fuertes y Aiden la ánimo con la mirada.

— Para eso he venido aquí. Haré lo que pueda — disimulo los nervios y camino detrás del soldado

Unas horas después, entre cánticos de mujeres, Vanessa escucho el lloriqueo del bebé que estaba en sus brazos. La doctora solo tenía ojos para el recién nacido, no le importaba que estuviera cubierto de sangre, la pequeña mano del bebé se aferró a su dedo y no lo dejo de abrazar hasta que las mujeres se lo quitaron para llenarlo de cánticos y aceites.

Se alegró al pensar que en unos meses podría tener a su propio bebé así que inconscientemente se tocó el vientre un poco abultado, casi imperceptible.

THE PRINCES BRAIN [ Saga MÉDICOS parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora