Alexander
Ninguna palabra dentro de su extenso vocabulario podrá algún día describir el animo que se extiende sobre Londres. Desde los barrios más pobres hasta las calles de Kensington. La gente sale a las calles principales y rodean el palacio de Buckingham, la bandera de Inglaterra ondea por toda la ciudad y se escuchan las campanas anunciando la celebración.
— ¡Deja de arreglar el uniforme. Lo haré yo solo! — la voz autoritaria de Alexander quitó de la mente de Vanessa el hermoso momento.
Dejó de mirar por la ventana solo para ver el rostro avergonzado del sirviente. En ocasiones Alexander puede tener un carácter muy difícil pero muy muy muy en el fondo es una buena persona.
— Lo terminaré yo. No te preocupes puedes tomar el día libre y disfrutar de la fiesta — Vanessa despidió al sirviente con una sonrisa.
— Aún no entiendo la extraña razón por la cual tenemos que llevar este horroroso uniforme. Ni siquiera la gente común lleva puesto algo parecido a esto —
— Tú no eres nada común — dijo al sentarse en el sillón frente a él y así poder apreciarlo mejor. Alexander vestido con su traje negro y sus insignias militares, termina de abotonarse las mangas y arregla cada imperfección delante del espejo. — Estos trajes son hecho para ustedes ¿No? Pomposos vestidos y trajes cada ves más elaborados, supongo que es su forma de hacerse notar de entre todos. Para la gente como yo, es mas... fácil, ya que no tenemos que demostrar nuestro poderío a nadie —
— Es una burla que la reina pida que usemos esto. La monarquía se cae a pedazos y ella no lo puede notar —
— Tú serás el próximo rey de este país, espero que tengas nuevas estrategias en mente. Me gusta que seas un príncipe pero en esta época...
— No hay muchos, lo sé — Alexander tomó asiento a su lado, puso sus piernas sobre las suyas y se recargó cómodamente en el sillón mientras observa con gracia como él se pierde entre su look inglés, sus ojos no sabían si mirar sus gafas al estilo Jhon Lenon o su camisa de Harry Potter. — La democracia ha acabado con nosotros. Respecto a este tema, esperaba contar con tu ayuda —
— ¿Sobre qué? — preguntó dudosa.
— Como ya sabes mi crianza fue muy fuera de lo que ahorita nombran normal, solo recibí la educación que se les brinda a los descendientes de la monarquía y en ese lugar no nos hablan mucho sobre el mundo real. No quiero ser un rey autoritario, que ni siquiera a subido a un bus o que no sabe lo que le gusta a su país. Lo pensé mucho y ni siquiera mis consejeros me pueden ayudar, así que espero que aceptes mi oferta. Mudate conmigo —
— ¡Espera! Tengo que asimilarlo, no creo que mudarme a tu casa sea necesario, es muy difícil saber dónde estarás, si en Berlín o Londres y yo, tengo un trabajo al que no puedo faltar. Además la mayoría de mis cosas están en tu casa, eso cuenta como si casi viviera contigo —
— Puedes vivir conmigo todo el tiempo, incluso puedo hacer que seas la directora de un hospital en Londres. Estoy siendo tan bueno contigo que seré comprensible con el hecho de que dejes tu maquillaje en mi vestidor o que olvides tus zapatillas en mi oficina.
Vivir con otra persona y sobre todo con un hombre. Sólo una sola vez tuvo un viaje en caravana que duró en mes para visitar norteamérica y eso a sido la experiencia más cercana que a tenido de compartir su espacio con alguien más. Es una horrible persona, Alexander no conoce su lado neurótico y sus momentos de locura cuando desea que todos la dejen sola, cuando detesta que toquen sus anotaciones, cuando avienta al suelo a las personas que comparten la cama con ella sólo porque la abrazan o simplemente porque le gusta la soledad y sin embargo el 95% de sus noches las pasa en la casa de Alexander.
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THE PRINCES BRAIN [ Saga MÉDICOS parte 1]
Teen FictionVanessa es una reconocida doctora, es feminista y liberal, eso cree hasta que a su consultorio llega un paciente muy peculiar, como por ejemplo el futuro rey de Inglaterra. The Prince Brain, saga médicos Libro 1 No se aceptan ningún tipo de adapt...