Alexander
— Te dije que esa mujer te haría daño. La odie desde el día en que la ví. Ya es tiempo de que te des cuenta que solo jugo y ganó dinero al estar estar contigo, jamás te quiso, se identificar a ese tipo de mujeres... Trepadoras —
El príncipe por fin le hizo caso a su madre. Escuchar cada día sus quejas sobre la doctora lo convencieron de su traición. Alexander solo nesitaba tener la mente más débil para que aquella mujer le metiera ideas negativas. Le hizo terminar con Vanessa publicamente, ahora es soltero de nuevo, su madre ha ganado.
Hace más de un mes que volvió a ser el hombre más codiciado del mundo y se ha aprovechado muy bien de su situación. Su madre sonríe feliz mientras le muestra fotografías de mujeres, hermosas por supuesto, pero no como... ella.
— Me alegra que ya hayas olvidado a esa plebeya, lo que tú el futuro rey necesitas, es una mujer que se interese de verdad por la Corona. ¿Que te parece la hija de un duque o un marqués? Su linaje es muy parecido al tuyo, será digna de la Corona —
Alexander alejó la vista del iPad y se puso en pie para servirse una copa. En este momento lo que menos deseaba era pensar en mujeres. Ni siquiera el sabe cómo ha podido fingir este mes haciéndoles creer a todos que ha podido olvidarla.
Puede recordar con exactitud cada detalle de la sonrisa de su madre al hacerse público el rompimiento. Vanessa no se rindió a la primera, insistía en buscarlo para darle una explicacion pero él no quería escuchar su voz y mucho menos verla porque no podía dejar de pensar que otro hombre había tocado esa delicada piel y sólo de pensar en eso se volvía loco.
— Todas parecen iguales para mí. Simples, tímidas y sin gracia — su tono de voz era molesto.
— No te preocupes cariño, ahora que estoy en Buckingham me encargaré de buscar a la mujer indicada para ti. No llegues tarde a la fiesta y por favor Alex aprovecha el regalo que te he traído —
El príncipe se quedó en la habitación con la joven dama de compañía que su madre le había enviado para sacarle de la mente a la doctora. No le quitó la vista de encima al verla desnudarse completa y seductoramente frente a él, sonrió al verse obligado a tirarse sobre el sillón para que ella se sentará entre sus piernas haciendo movimientos sugestivos con su cadera. Alexander no podía aprovechar este buen regalo porque está furioso y resentido con una sola mujer.
Miró como su celular vibraba sobre una mesilla. Lo ignoro por completo porque de lo contrario tendria tanta ansiedad por llamarle y preguntarle porque lo hizo. Por escuchar de nuevo su voz o algo sarcástico de su parte. Eso sería caer muy bajo de su parte y no lo soporta. Tomó fuertemente a su pobre regalo y la hizo suya con dureza, sí la miraba a la cara solo veía a Vanessa, creyó que se volvería loco, así que no le importo que se quejará, quería hacerla sufrir como lo habían hecho con él. La dama se durmió sobre su cama y miró su cuerpo desnudo antes de abandonar la habitación.
No podía ocultarlo más, no podía mentirle a su propia mente. Debía aceptar que no podía sacarse de la cabeza a Vanessa, extrañaba la maldita libertad que le daba, simplemente la extrañaba con todo y sus extraña manera de ser.
No quiso nada más con ella. Los primeros días ahogaba su pena con mujeres y alcohol pero cuando la necesidad de verla fue tan grande, tomaba su auto a mitad de la noche y se estacionaba afuera de su casa, pensando si debía escabullirse por su ventana como antes lo había hecho. No lo hizo, a pesar que se moría por verla.
Al entrar a la sala principal de Buckingham lo primero que vio fue aquella cara que odiaba con todo su ser, aquel soldado. Nadie en la fiesta supo que el ambiente estaba tan turbio que ningún miembro de la realeza habló durante toda la noche. La reina por ver cómo la loca madre de Alexander se paseaba por los pasillos de su palacio y el príncipe por ver a su enemigo. Pasó toda la velada estresado y con ganas de matarlo.
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THE PRINCES BRAIN [ Saga MÉDICOS parte 1]
Teen FictionVanessa es una reconocida doctora, es feminista y liberal, eso cree hasta que a su consultorio llega un paciente muy peculiar, como por ejemplo el futuro rey de Inglaterra. The Prince Brain, saga médicos Libro 1 No se aceptan ningún tipo de adapt...