Capitulo 41

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Vanessa

Vanessa no puede quitarse de la mente la imagen del pequeño e indefenso cuerpo de su bebé, con sangre y en esa fria bandeja, tan despiadados había sido las enfermeras para despojarlo de su mamá tan pronto, para sacarlo del calor materno y dejarlo expuesto al frío. Nadie la preparó para este momento.

La confusión inunda su mente, se siente tan culpable que no puede ni mirarse en un espejo. No oye y no quiere ver a nadie, incluso no ha puesto ni la más mínima atención al doctor que trata de explicarle porque es muy posible que no pueda tener hijos en el futuro. Ella sabe que fue lo que pasó en su cuerpo, simplemente no quiso al bebé ni a otros futuros, debido al sangrado sus órganos quedaron muy dañados y si algún día vuelve a sentir ese amor por un embarazo será un milagro médico que no cree volver a tener.

El médico habla y habla pero no puede ponerle atención. Se aferra a la cama con las manos en puños, porque para su mala suerte la vista que tiene su cuarto de hospital no es otra, más que el palacio de Buckingham en todo su esplendor. Él coraje hierve por su sangre al ver los fuegos pirotécnicos y la felicidad que deslumbra aquel lugar. Mientras esta aquí sintiéndose la peor mujer del mundo, Alexanderla esta disfrutando de una costosa cena junto a su nueva conquista

— ¿Alguien puede venir por usted? ¿Familiar? ¿Amigos? — el doctor la miró sentada en la cama — ¿Novio?

Vanessa sonrió tristemente. ¿Novio? Ese desgraciado príncipe está disfrutando de su nueva conquista.  Sintió sus mejillas enrojecer del llanto  al ver las luces brillantes que iluminaban el palacio.

— Estoy sola. No vivo aquí y yo... no conozco a nadie — 

Mantuvo la cara oculta entre su rubio cabello, no quiere lástima, por esa razón debe de irse de inmediato del hospital y tomar el primer tren que la lleve a la seguridad de su hogar.

— Entonces me temo que será imposible que abandone el hospital, no puedo dejarla ir sola cuando aún está anestesiada, solo han pasado unas horas de la extracción de su bebé. — dejo un par de medicamentos junto a ella — Si consigue a alguien la dejaré ir.

Vanessa pasó de ser la mujer más popular y amada de Inglaterra, a ser la mujer más sola del país. No tiene a nadie que la ayude a salir de aquí, desea estar con su madre pero no quiere preocuparla a mitad de la noche,  tampoco desea que al comenzar la puesta de sol la miren salir del hospital con el rostro de un zombie.

— ¡Esperé! Creo que si tengo a alguien — dijo antes de que el doctor saliera de la habitación — Tengo un amigo, solo dígale que venga por mi. Su nombre es Benjamin —

Vanessa solo pudo pensar en él como el único amigo que tiene en Londres, quizá prefiera hacerle caso al principe y rechazarla por completo, pero mantiene la esperanza de que vendrá a liberarla de aquí.

Con mucho cuidado se puso en pie y camino con dificultad, la anestesia adormesia una parte de su cuerpo pero cuando se vaya el dolor le recordará que su bebé ya no está. Se quitó la bata de hospital y camino hasta el baño para tomar una ducha, dejo que sus lagrimas se confundiera con el agua y tocó su vientre inflamado, ahora vacío.

Al salir se vistió con ropa nueva, la mayoría de sus cosas están en la mansión de Alexander pero jamás la volverá a pisar, si quiere puede tirar sus cosas, ya nada le importa. Se miró delante del espejo. Tiene ojeras y jura que su rostro está más delgado, sus ojos están rojos e hinchados y su semblante es triste, nada en el mundo puede hacerla sentir mejor.

Caminó con sumo cuidado por los pasillos. Si se esfuerza demasiado puede desmayarse, no fue fácil, perdió sangre y perdió a su bebé, esta completamente loca por querer irse en su estado, pálida y sin caminar bien, pero esta ciudad la está asfixiando, cada una de las cosas que mira le recuerdan a Alexander y no puede soportar más tiempo. Se sentó en la esquina más lejana de la sala de espera y espero a que llegara el asesor.

THE PRINCES BRAIN [ Saga MÉDICOS parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora