Capítulo 3

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Capítulo3:

Edu:

- ¿Que tal el helado Fran? - entro en el salón riéndome, Fran sigue atrincherado en el sofá. No queda helado.

- Pues muy bueno, so listo ¿ya has visto toda la urbanización?- 

- Sí, no está muy mal, tiene pista de pádel, una cancha de baloncesto, dos piscinas y un área verde con mesas y tal... ¿A que no sabes a quién he visto?-

- Ilumíname... - dijo sin mucho interés, ya verás como le cambia la cara ahora.

- ¿Te acuerdas esta mañana, en la playa, las dos chicas que paseaban mientras jugábamos al fútbol? -

- Si, a las que has silbado cuando te he lanzado la pelota -

- Esas mismas, pues viven aquí -

- Ostras ¿en serio? Me estás tomando el pelo-

- Que va Fran, la más morena se acaba de estampar literalmente contra mi mientras subía -

- ¿Y la otra rubita? ¿Estaba también? Porque si no están las dos, no es justo que tu pilles y yo no eh-

- No tenía nada de rubia pero bueno...-

- ¡Qué si hombre! Que era mas rubia que la otra joe, y no estaba mal del todo, aunque tu hayas escogido a la que estaba más buena... -

- Tsss y luego dicen que tu eres el caballero... Si, si estaba también-

- ¡Tío que suerte eh! ¿Has visto a dónde iban? -

- Sí, iban con las toallas y eso, así que todo apunta a que iban a la piscina -

- ¿Y qué hacemos aquí parados haciendo el lila? - al decir esto nos pusimos los dos en marcha, cogimos nuestras toallas y nos fuimos a la piscina.

Sol:

- ¿Dónde nos ponemos? - fue la primera frase completa que le salió a Victoria después de mi accidente contra el chico de la playa, no se había parado de reír hasta entonces, y se estaba secando las lágrimas de la cara.

- Pues no sé... Decide tu mujer carcajada...- le dije un poco cortante.

- Sabes que si elijo yo me voy a poner cerca de Miguel - me dijo susurrando al oído, se me abrieron los ojos de par en par y negué con la cabeza, cualquier cosa menos acercarme a él, moriría de la vergüenza.

- Vale, pues entonces vamos a la otra esquina -

- ¡Venga ya Sol! ¡Así no vas a conseguir nada en la vida! -

- ¡¡Shhh!! ¡Calla descarada! - que vergüenza de prima que tengo...

Y así fue como nos colocamos en la esquina contraria, ante la cara larga de mi prima. Desde allí, y con mis gafas de sol puestas, tendría vistas privilegiadas de todos los dominios de la piscina.

Y allí estaba Miguel, en su toalla, con esos ojos verdes profundos, y esa piel morena que me hacía estremecer de punta a punta. Se levanta, se ducha «ooooooohhhhh, diiiiooooss» y se lanza a la piscina.

- Dios Sol, no se como no espabilas, con lo bonita que tu eres, y lo soltero que está él según me cuentas... -

- Pues la verdad es que no me atrevo siquiera a hablar con él, lo veo tan fuera de mi alcance... - ¡¡ZAS!! Nada mas terminar la frase me lleve una colleja, gracias Vic por tus ánimos tan particulares... Aunque lo cierto es que me la merecía...

De repente lo nunca visto, Miguel se acerca al bordillo cerca de donde estábamos nosotras, « ¡aaaaaaayyy! ¡Me va a dar algo!»

- Hola chicas,- saludamos ambas antes de que se volviera solo hacia mí - Sol, mi madre pregunta si tenéis una guía telefónica por ahí...

- Emmm supongo que sí - respondí, no me puedo creer que me esté hablando aunque sea para pedir un favor - si quieres te las puedo bajar luego -

- Ah si, pues perfecto que mi madre las quiere usar cuanto antes para llamar a no se qué, que tenemos problemas con el agua... -

- Vale pues hasta luego entonces - y así tal cual tengo una especie de cita por primera vez en dos años con Miguel.

Tormentas de VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora