Tormentas de Verano

Capítulo 11

Capítulo 11:

Sol:

Estuve un rato hablando con Miguel entre risas. Conociéndole un poco más, fue muy atento conmigo y cariñoso, cosa que Edu no ha hecho. Aunque... ¿Por qué me acuerdo de él? Si no me importa. Miguel es de quién estoy enamorada.

- Bueno... Ya es tarde, debería ir a por Victoria, mis padres nos estarán echando de menos... - me levanté del sofá y saqué mi móvil y llaves del bolsillo. Al final no ha pasado nada…

- Una lástima, de verdad... Nos lo estábamos pasando tan bien... - 

Miguel también se puso en pie y se acercó mucho, poniéndome las manos en la cintura y atrayéndome hacia sí. Estábamos tan cerca que podía sentir su respiración. Nos quedamos mirándonos un rato, pero no paso nada, me di cuenta de que estaba perdiendo el tiempo y me giré disponiéndome a salir por la puerta.

- Bueno, eem... Gracias por tu hospitalidad.-

- No, gracias a ti por la guía, preciosa - abrió la puerta y salí recogiéndome el pelo tras una oreja. Ya me iba cuando me agarró por la muñeca.

- Sol... - me giré hacia él otra vez.

- ¿Sí? - mi pregunta quedó ahogada cuando me besó.

Abrí mis ojos como platos y me di cuenta de que él los tenía cerrados. Así que yo también los cerré y me dejé hacer. Cuando nos separamos el volvió a hablarme.

- ¿Te veré mañana? - asentí con la cabeza aún desorientada, como en un embrujo. - Genial, pues hasta mañana.-

- Buenas noches Miguel.-

- Buenas noches preciosa.-

Fran:

- ¡EH, MIRA ESO! - ¿¡Qué coño?! Me ha dejado con el beso en los labios - ah nada, creía que era una moneda...

¿Qué está pasando? ¿Qué he hecho mal? ¡Si funciona con todas! ¿Es que no le gusto? ¡Pero si además es una cría! Bueno Fran no dejes que vea que te afecta, quita la cara de pasmo y vuelve a intentarlo. Me reí incómodo.

- Qué imaginación tan extraordinaria tienes.- 

- Si, bueno una cosa mala,-rió- además como ando escasa de dinero pues... - está nerviosa, ¿será que soy su primer beso? Da igual, ahora no se me escapa.

Como estaba mirando hacia el jardín, la tomé de la barbilla dulcemente, la hice mirar hacia mí, y volví a aproximarme.

- ¡DIOS! ¿¡QUE HA SIDO ESO?! ¿QUIÉN VA? - lo peor no es que se haya levantado y apartado de mí, lo peor es que no se escuchan ni los coches... Me está evitando y no se por qué...

- Calma Victoria te lo estas imaginando - bajó la cabeza con pesar, le cogí la mano y la acerqué a mí. Para mi sorpresa se acercó sin resistencia.

La senté en mi regazo, y esperé un poco. Cogí su mano entrelazando mis dedos con los de ella y acariciándola, después la miré y le retiré el pelo de la cara. Sin necesidad de más esfuerzos por mi parte giró su cabeza hacia mí y le sostuve el rostro con mi mano hundiéndola en su suave melena.

Me acerqué con delicadeza, y observé de cerca su rostro, sus ojos se habían vuelto más oscuros, llenos de tristeza, e hizo que se me encogiera el corazón. ¿Qué le ocurre? Es igual. No es mi problema, ¿o sí?

Seguí acercándome. Sus labios a punto de rozar con los míos. Entonces el móvil de Vic empezó a sonar. Además era el tono de Sol, gracias por arruinarme la noche.

- ¿Sí? ¿Sol?........... ¿Qué? ¿Ya?......... No, si solo.... Si, si....... Enseguida........... ¡Qué sí, pero no me grites!........ Adiós, si, hasta ahora....-

Mientras hablaba por teléfono ella se giró hacia el jardín de nuevo y yo hacia el respaldo del banco, con el puño tan apretado que se me quedaron los nudillos blancos. Apoyé la cabeza sobre mi brazo.

- He de irme... - seguíamos sin mirarnos.

- Lo sé... Buenas noches...- nos levantamos los dos del banco.

- Buenas noches - se acercó y me miro a los ojos. Por un momento pensé que me besaría, pero no, tan solo me abrazo y después se fue corriendo.

Allí me quedé como un muñeco de trapo... Pensando en ella y solo en ella. Nunca me había sentido así. Creo que me he enamorado. Pero de verdad.