Capítulo 15:
Loreto:
Toco el timbre de la casa de Iris y Damián, esperando que Damián no esté y sea Iris la que me abra, si no me moriré de vergüenza.
- ¡¡Voy!! - suena una voz dulce detrás de la puerta, es Iris, menos mal - Espera un segundo que no encuentro las chanclas. ¿Lore?, eres tu ¿no? -
- ¡¡Si!! ¡Te espero! - se le va a perder la cabeza algún día, no solo las chanclas.
Bajamos de su casa charlando, ella no dejaba de contarme cosas a cerca de sus historias amorosas. Sé que casi todas son inventadas, pero, aún así, me hacen mucha gracia. No dejaba de hacer aspavientos con una piruleta en mano.
Al son de sus movimientos se agitaba su camiseta ancha y corta de tirantes, que dejaba a veces al descubierto su ombligo, sobre sus shorts vaqueros. Tan delgada y rubia a veces parece hasta extranjera.
Mientras que ella iba siempre muy atrevida, yo prefería las camisetas nadadoras, en concreto vestía una azul eléctrico y unos shorts amarillos que, aunque hacían mucho contraste, quedan muy bien juntos.
Nos dirigíamos al portal, donde había una especie de hall con bancos. Era temprano para ir a bañarse y habíamos visto a Sol y Edu en la piscina así que decidimos dejarlos solos. Iris decía que jamás estarían juntos, pero yo soy de la opinión de que son el uno para el otro.
Es mi mejor amiga, la conozco, se que sería mucho más feliz con Edu aunque ella no quiera reconocerlo y esté saliendo con el cerdo de Miguel, al que por cierto le daría igual salir con cualquiera de nosotras, puesto que flirtea con todas...
Al llegar al rellano del portal, vi que allí estaban Damián y Felipe. «Oh Dios, tierra trágame». Iba delante de Iris así que cuando me paré en seco y me giré, sin que me vieran ellos, nos chocamos.
- ¡¡Nena!! ¿¡Qué haces?!
- ...Están ahí... - dije susurrando
- ¿Quiénes? - me contesta casi a gritos
- ¡¡Shhh!! -
De repente sale Damián del hall. Tan alto, tan rubio, tan con esos ojos azules. Me muero.
- Ah, sois vosotras - vuelve a girarse casi con desprecio. ¡Cómo me duele que haga eso!... Noto una punzada en el corazón.
- ¿Y por este estás así?... En serio Lore... Te he dicho cientos de veces que mi hermano no merece la pena - menos mal que ahora si susurraba - ¿está Felipe ahí también?
- Sí... Entramos ya ¿no?
- Si anda... – dijo con fingida indiferencia.
Al entrar, nos acomodamos en los bancos, ahí dentro hacía una temperatura agradable, más que al pleno sol de mediodía.
Felipe sonrió a Iris, desplegando los encantos que ni por asomo tiene conmigo Damián, y la abrazó por la cintura. Luego se dio cuenta de que Damián y yo le mirábamos raro, y empezó a comportarse más como el adolescente estúpido que suele ser. Bueno, a lo mejor no es tan estúpido, pero es mi hermano, es inevitable que a mí me lo parezca.
Celia:
Siempre consigo lo que quiero. ¿Por qué con Edu no es así? Si no soy fea... Para nada vamos. Está mal que yo lo diga, pero tengo buen tipo y el patinaje me mantiene en forma. ¿Entonces? ¿Qué no tengo yo que si tenga Sol? Si hasta mis ojos son de un color más especial, no todo el mundo puede presumir de tener los ojos violetas.
Y sin embargo allí están, como si fuesen algo más que amigos... Me asquea verlos así, pero son las únicas vistas que tengo desde el balcón de casa... A Miguel tampoco le haría gracia supongo... Aunque a él si le he visto mirarme con descaro más de una y de dos veces.
Me pregunto si... Sí, puede funcionar... Voy a ponerme el bikini a mi cuarto, tengo que ir a la playa y estar guapa esta noche. Voy a llamar a Lara, ¡tengo que contárselo! Quizás ella me aporte ideas, lo perfeccionaré y daré comienzo a mi plan. Adiós Sol, voy a devolverte a tu piso de la ciudad para el resto del verano.
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Tormentas de Verano
Teen FictionHa llegado el verano, y con él todos los amores de años pasados. También hay cosas nuevas y cambios, muchos cambios. Descubrimientos inesperados, mentiras, errores, amores que matan, sol y playa, todo ello mezclado en una tormenta veraniega que te m...