Capítulo 22

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Capítulo 22:

Edu:

Fran me sacó casi arrastras del portal, para evitar que matara a Miguel, pero yo solo quería ver a Sol, abrazarla, consolarla, estar con ella, protegerla del dolor y no podía. Ella misma me ha calificado como “cerdo” incluyéndome en el mismo paquete que Miguel. Y eso es lo que más me ha dolido de todo…

- Edu se te ha ido la cabeza, relájate, por favor o vamos a acabar mal – Fran me ha empujado contra una de las paredes del edificio y me ha cogido por los hombros.

Yo iba maldiciendo por lo bajo cuando salimos del portal así que es normal que todavía esté un poco asustado. De mí. Lo peor es que solo tengo rabia acumulada, más aún cuando escucho la puerta de Miguel cerrarse y veo a Celia salir tan campante. Se gira y me mira ¿Es acaso pena lo que hay en sus ojos violetas? ¿Me está mirando con pena? Está enferma. No se que clase de problema tiene… Se acerca.

- Yo… esto… Edu, yo…

- Lárgate – le espeto. Retrocede con una expresión mezcla de pena, miedo y dolor. Se va derrotada, si llora no lo aprecio y me da igual. Fran observa.

- Vale ya Eduardo, serénate – me ordenó Fran, apretándome aún más los hombros contra la pared. El nudo en la garganta me impide respirar, pero contengo la rabia en los lagrimales, sin dejarla correr.

Fran afloja las manos, para finalmente apartarse. Casi al mismo tiempo vemos a Iris, Loreto y Felipe bajar.

- ¿Cómo estás? – me pregunta Loreto

- Bastante cabreado, pero más tranquilo, gracias por preocuparte Lors.

-¿Y Sol? ¿Has subido? – está serena, menos mal, Sol la necesita.

- No… no creo que quiera verme

-Pues yo juraría que sí. ¿Subes ahora con nosotras? Hemos pensado que es mejor que durmamos todas en mi casa, así sus padres no preguntaran, y le evitamos más tensión.

- Prefiero no subir… aún no…

- Como quieras, ¿subimos Iris? – Iris ya iba con sus cosas en una mochila.

- Detrás de ti, Lore – las dos entraron en el portal.

- Felipe, ¿tu también te quedas con ellas? – pregunta Fran.

- No, voy a hacer una especie de intercambio con Iris, así que dormiré en casa de Damián, creo que es mejor que estén solas, entre ellas se entienden mejor.

- Ah, vale, era por si querías venir a mi casa o lo que fuera, pero veo que ya está todo pensado

- Ya, gracias de todas formas Fran.

- De nada, para eso estamos.

Tormentas de VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora