Añejo

Capítulo 8

Hoy llego al trabajo 30 minutos tarde. No me preocupa tanto ya que no está el gran jefe, pero, a la vez estoy preocupada porque me quedé dormida hasta tarde por la escena que presencié en el centro comercial. Nunca me ha importado ver a un tío que le gustaba después irse con otra días después, pero con éste lo hace, no entiendo el por qué pero me molesta.

Entro en el laboratorio y doy los buenos días a todos, que ya parecen que están al lío. Debo decir que tengo un gran grupo de trabajo y me alegro que no me necesiten para poder dirigirles que hacer.

Me pongo en el ordenador y veo la parte que me toca hacer y hoy es catar cada vino de la barrica y con Noel. Joder sí lo que necesitaba. Completamente ironía lo que estoy diciendo. No tengo ganas de dirigirle la palabra hoy pero me va a tocar hacerlo. Veo que no está aquí así que supongo que estará ya allí esperándome, así que voy para allá.

Lo veo con dos copas en la mesa que hay en una esquina, y está mirando el móvil. Se estará enviando mensajes con su novia quizás. Hoy no lleva bata por lo que veo que tiene puesto una camiseta negra holgada, pantalones vaqueros algo ajustado, lo suficiente y botines negros. No está mal.

Levanta la cabeza y me ve.

-Buenos días Astrid, ¿no querías salir de la cama hoy?-Me sonríe y deja el móvil en su bolsillo trasero,

-Buenos días Noel, algo así.-No le voy a dar mucha bola.

-Vaya nunca creí que iba a ver esta imagen, tú llegando tarde.-Sé que me quiere picar pero no tengo ganas de sus juegos.

-Ajá pues ya ves, ¿empezamos?-Me mira algo extrañado, esperaba que reaccionara pero ya ves, no tengo ganas.

Nos cogemos una copa cada uno y empezamos ir barrica a barrica a probar como van nuestros vinos y ver si están preparados para ser embotellados. Llevamos así 20 minutos hasta que Noel me mira y se para ahí.

-¿Qué te pasa hoy?

-Nada, deberíamos seguir.-Intento abrir el grifo pero se pone delante de la barrica y no me deja.

-Ya, y ¿por qué estás así? ¿Te ha pasado algo o te he hecho algo?

-No me pasa nada, y no has hecho nada.

-Ya, lo que tú digas.-Se aparta y yo recojo algo de vino para probarlo y me dispongo a catarlo.

-¿No te gustó que abrazara a esa chica de esa forma eh?-Casi escupo lo que he probado, no me esperaba esa pregunta, seguro que Isabel está detrás de todo esto.

-¿Isabel te ha contado lo que creyó ver en mi cuando os vi?

-¿Isabel? No, yo os vi desde lejos.-Vaya y actúo de esa forma sabiendo que estaba allí, no sé qué pensar eso aunque en estos momentos quiero matarlo.

-Ajá, pues no me molestó tu puedes hacer lo que te dé la gana.

-Eso espero, creía ya que me ibas a prohibir que abrazara a mi hermana.

Espera qué ¿su hermana? Pero si no se parecen en nada. Y en este momento, Noel no aguanta más y empieza a reírse.

-¿De verdad pensabas que era mi chica?- Y sigue descojonándose, lo cual me enfurece y me giro para seguir con mi trabajo.

-Eh oye, lo siento, ya paro, solo es que no sé, no me esperaba que te pusieras celosa.-Me encaro hacia él.

-No estaba celosa.

-Si no estuvieras celosa como dices, no estarías de esa forma que no me puedes ni mirar ni dirigirme la palabra.

Puede que ahí me haya dado pero ¿celosa yo? No, no puede ser, si no quiero nada con este hombre.

-Si claro lo que tú digas, además esa es una buena excusa de decir es mi hermana, y así puedes seguir intentándolo conmigo, y no quedas de mujeriego.

-Lo digo en serio, es cierto que nos parecemos mucho pero eso es porque somos de distintos padres. Además si no quisiera nada contigo, créeme, no estaría aquí con unas ganas locas de besarte.

Joder, toma ya ahí, está demostrado que el niño bonito no se va a callar.

-Estás loco de verdad. Terminamos el tema y sigamos trabajando.

-Por supuesto.

Vale, ya estaba molesta con la escena que presencié. Ahora me siento como una tonta al saber que es su hermana. Pero con lo último que ha dicho de besarme ¿cómo me siento?