Llega el lunes e Isabel no ha dado señales de vida desde que se fue el domingo en la mañana. Estoy en el laboratorio cuando la veo llegar y no la noto muy bien.
—¿Pasa algo?
—Nada, sólo discutí con Julia.
—¿Qué ha pasado?
—Rompimos. –Isabel está a punto de llorar y cuando me voy a acercar, me aleja.
—Si me abrazas será peor. No te preocupes, no íbamos a llegar muy lejos.
—Pero aun así es triste. Si quieres ve al baño y te recompones todo lo que puedas y respirar.
—Gracias, pero estoy bien. Solo necesito trabajar y dejar la mente en blanco.
—Está bien, pero puedes salir cuando quieras.
Asiente con la cabeza y nos ponemos al lío con el trabajo de hoy. Tenemos que analizar nuestros vinos que está en barricas para saber cómo evolucionan. Estamos todos en el lío, incluido Noel que seguimos sin hablarnos ni mirarnos, cuando llega Pablo al laboratorio con un café para llevar con mi nombre, en una mano, y en otra otro vaso que supongo que es café para él.
—Buenos días, supuse que con la hora que es estaréis liados y quería robaros a vuestra jefa durante diez minutos. –Veo que Noel lo ha mirado ninguna vez, pero no le ha gustado lo que ha escuchado por la tensión que tiene en la cara. Que se joda, ya no puede decirme nada.
—Claro, vuelvo en diez minutos Isabel y te sigo ayudando.
—Sí, no te preocupes.
Pablo me da el café y salimos afuera del laboratorio y nos quedamos en el pasillo.
—¿Ocurre algo?
-Oh no nada, sólo quería preguntarte si podríamos ser amigos. –¿Amigos? Qué raro, voy a dejar que siga a ver que quiere en realidad.
—¿Amigos? ¿Por qué?
—Necesito a alguien de confianza en el trabajo y que mejor que la enóloga jefe de la bodega.
—No te ofendas, pero también tienes a tu padre, y que mejor persona de confianza que él.
—Sí lo sé, pero mi padre cada vez está más cansado y me está dejando más trabajo para mí, así que llegar un día en que no querrá saber casi nada de la bodega. Y por eso pensé que podría tener una pequeña ayuda dentro de la bodega contigo.
—Oh vaya, ¿tu padre piensa jubilarse? Es una pena, y me siento honrada que me elijas a mi como persona de confianza. Pero sólo lo seré siempre y cuando no tenga más trabajo que el laboratorio.
—Por supuesto, sigues teniendo tu mismo trabajo, pero de vez en cuando te pediré consejo par algún aspecto de la bodega.
—Está bien. –Cuando lo digo, me sonríe y me ofrece la mano.
—¿Trato hecho amiga? –Yo le sonrío también. Y en ese momento aparece por detrás de Pablo, Noel que ha salido del laboratorio, pero solo ha dado una mirada rápida hacia nosotros, suficiente para ver que le ha molestado.
—Trato hecho amigo. –Le doy mi mano y el trato lo digo un poco fuerte para que lo escuche bien Noel.
Pablo se da cuenta lo que he hecho y se gira, pero solo alcanza ver la nuca de Noel, así que se gira y me pregunta.
—¿Pasa algo entre ustedes?
—No nada.
—Parece como si hubiera una historia ahí.
—Esa historia acabó.
—Vaya, espero que eso no interfiera en el trabajo. –Me mira con preocupación.
—Oh no te preocupes, sabemos distinguir el trabajo de lo personal.
—Está bien. Con esto termino yo, gracias por tu tiempo y ya nos veremos. –Bebe de un trago lo que le quedaba de café y se despide con una sonrisa mientras me quedo ahí sola pensando.
He aceptado ser amiga de Pablo, aunque sea por negocios, y he disfrutado dándole la mano y decirle amigo delante de Noel, ¿he aceptado para molestarlo? ¿o porque quiero ayudar a Pablo en la medida de lo posible con el trabajo del Señor Nieto?
Me cae bien ese señor y no quiero que esta bodega se vaya a pique porque su hijo es un inepto para algunos aspectos del negocio.
Entro en el laboratorio y me pongo con Isabel y sigo trabajando mientras le informo de los acontecimientos.
—Vaya vaya, ¿se molestó verte con él?
—Sí, pero se fue enseguida, aunque lo vi enfadado.
—Parece que está celoso. Todavía hay esperanzas de que abra los ojos y se dé cuenta de todo.
—Yo también lo espero.
Por supuesto, toda esta conversación la tenemos en bajito porque no queremos que se entere nadie. No quiero que esta conversación llegue a oídos de Noel. Que justo ahora entra y veo que me mira enfadado.
¿Te pasa algo niño bonito? Pero se vuelve a su puesto a seguir midiendo algunos parámetros de los vinos que tenemos en barricas.
Algún día, Noel, algún día.
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Añejo
RomanceAstrid es una exitosa enóloga de una bodega prestigiosa en Jerez de la Frontera que conoce a su nuevo empleado, Noel un técnico en vitivinicultura. Noel quiere conocerla pero Astrid dice que no hasta cierta noche donde cambia todo.