—Dile a Isabel que te vas. –Noel para de besarme dos segundos porque no me ha dado tiempo a contestar cuando me está besando. Yo lo estoy agarrando por la cintura y lo intento empujar un poco para poder contestarle.
—Déjame ir entonces para decírselo. –Me sonríe y yo sonrío.
—Lo siento, es adictiva tu boca.
Antes de que me vuelva a besar me aparté, y fui adentro al tabanco con Noel detrás de mía. Pablo se fue así que no hay problema, pero, aun así, Noel estuvo mirando hacia todos lados. Encuentro a Isabel en el patio en la misma mesa y cuando me ve se acerca inmediatamente.
—¿Estás bien? Lo siento, debería haber ido a por él en cuanto se acercó.
—No te preocupes, Noel llegó a tiempo y estoy bien.
—Si ya lo veo, no tienes ya pintalabios. –Me mira con una ceja levantada. Eh, no quería que lo descubriera así de esta manera.
Me toco alrededor de los labios por si tengo alguna mancha, miro a Noel y veo que tampoco tiene nada de pintalabios. Me giro a Isabel y la veo con cara de pillina, se está divirtiendo. Eso es bueno, no quiero que esté preocupada toda la noche.
—¿Te recuerdo que sólo compras maquillaje bueno y ese pintalabios no se borra ni con lejía? –Escucho a Noel reírse.
—Pues sí que me lo debes de recordar porque no me acordaba hasta ahora. –Veo que se acercan las chicas.
—¿Estás bien Astrid? –Las veo también preocupadas, miro a los chicos y veo que están preocupados, pero vigilando a Noel.
—Sí, estoy bien chicas.
—Bien, ¿os quedáis a tomar unas copas entonces? También estás invitado Noel.
—Oh gracias chicas, pero Astrid y yo nos vamos a tener que ir. –Parece un poco impaciente, pobre, va a tener que esperar un poco más para tenerme en la cama.
Olvido todo lo que pasó antes con Pablo y me voy a divertir un rato a costa de Noel.
—Claro, un par de copas no nos vendría mal después de todo. – Me giro hacía Noel, que me está mirando un poco sorprendido como diciendo 'oh vamos no me hagas esto después de lo que pasó afuera'.
—Guay, voy a por las copas, Fino ¿y? –Mira a Noel que todavía no se lo cree, pero contesta educadamente.
—Una cerveza, por favor. –Se van Lucía y Nuria a por las copas e Isabel vuelve a la mesa por lo que aprovecho y me giro hacia Noel.
—¿Creías que no iba a aceptar esa copa?
—Creía que nos íbamos a ir en cuanto se lo dijese a Isabel.
—Sí, pero una copa no le hace daño a nadie. –Le sonrío y le guiño el ojo. Me giro para ir a la mesa con los demás, pero antes de moverme escucho bajo por detrás.
—A mis huevos azules les estás haciendo daño.
Uy que pena, pero bueno de esta noche no pasa, así que me rio y voy hacía la mesa junto con Noel.
—Hola chicos, este es Noel. Noel estos son Óscar, Lucas y Rodri. –Se saludan con la cabeza, parece que es una comunicación entre hombres porque sigo sin entender porque no dicen un simple encantado o algo parecido.
Las chicas vienen con nuestras copas y le doy un pequeño trago, lo necesito, tengo la garganta seca y tengo al culpable al lado con una pequeña molestia. Hay música para el buen ambiente tanto afuera, como dentro.
Estamos charlando las chicas y los chicos están escuchando solamente. Mientras Lucía e Isabel están discutiendo algo sobre Juego de Tronos yo, sutilmente paso la mano por su espalda baja, debajo de la camisa.
Le hago pequeñas cosquillas con mis uñas y lo noto que se pone algo más tieso y bebe un trago de su cerveza. Parece que alguien no sabe cómo actuar. Tengo la impresión que él es el que lleva el timón, pero se enterará de que aquí quizás lleve el timón, y digo quizás porque me lo va a tener que quitar y es bastante difícil que me lo quiten.
—Cuando Jon descubra su pasado, se alejará y volverá a Invernalia.
—Pero ¿qué dices? Deja las drogas anda. – Isabel que es fan de Jon, se indigna.
Yo mejor me callo cuando Isabel se pone en medio de Jon, es una fiera, así que sigo entreteniéndome con la discusión y con Noel que está tenso. Miro hacia atrás y a los lados y veo que no nos mira nadie y acerca mi mano a su culo. Mmm buen culo sí señor, voy a disfrutar agarrándolo después. Escucho que carraspea, el pobre, que no sabe qué hacer. Yo me rio disimuladamente para que no lo note mis amigos.
Bueno voy a ser un poco indulgente, no por él, que también, sino por mí, que tengo un calentón encima y más cuando he empezado a tocarlo. Quiero ver lo que esconde sus ropas que por cierto no le quedan nada mal. Está muy sexy con su camisa larga negra, unos vaqueros más o menos ajustados y botines Mustang. Y si lo combinamos con esa barba, está para comérselo, cosa que voy a hacer yo en una media hora.
—Bueno chicos creo que nosotros nos vamos a ir yendo. –Palabras mágicas para Noel que se le cambia la cara de tenso, ha aliviado.
—¿Nos vemos mañana? –Isabel me pregunta, o quiere irme a pillar o quiere confirmar lo que sospecha.
—Te llamo ¿vale?
—Vale, ten cuidado. – Nos damos un abrazo y me despido de todos. Noel también se despide y nos vamos para mi casa. Estamos fuera cuando Noel me pregunta:
—¿Estás preparada? –Veo que está sonriendo de lado.
—¿Y tú, estás preparado para lo que viene?
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Añejo
RomansAstrid es una exitosa enóloga de una bodega prestigiosa en Jerez de la Frontera que conoce a su nuevo empleado, Noel un técnico en vitivinicultura. Noel quiere conocerla pero Astrid dice que no hasta cierta noche donde cambia todo.