Hoy es jueves, y después de comer en mi casa y descansar un poco en el sofá, voy a casa de mis padres a merendar. Necesito verlos y hablar con mi madre también, necesito sus consejos.
Cuando llego veo que se acerca corriendo, Syrah, cosa que no me sorprende porque es escuchar el motor de mi coche y está ahí el primero esperándome para saludarme.
Luego sale mi padre, que se sorprende que aparezca hoy y le doy un abrazo y le pregunto dónde está mamá. Él contesta que en la cocina preparando café así que me acerco y la veo efectivamente, preparando café y cortando bizcocho. Cuando nota que hay alguien detrás, se da la vuelta y se sorprende cuando me ve.
—¡Hija, que sorpresa!
—Hola mamá. –Me acerco y le doy un abrazo. Necesitaba un abrazo de mis padres para volver fuerte a Jerez.
—¿Qué haces aquí cariño? Es extraño que aparezcas entre semana.
—Lo sé, pero me apetecía visitarlos y no tenía nada que hacer.
—Oh vaya, pues siéntate que te preparo tu café y un trozo de bizcocho que me ha salido riquísimo, ¿te apetece?
—Sí, gracias mamá. –Me siento junto a mi padre en la cocina esperando a mamá y cuando me trae la merienda, comemos los tres mientras me ponen al día de lo que ha pasado por aquí y yo poniéndoles al día del trabajo, de mis amigos y demás.
Estamos así una hora hasta que mi padre se va afuera a dar una vuelta por el bosque con Syrah y nosotras nos vamos al salón después de recoger las cosas de la merienda.
—¿Te pasa algo hija? Te noto apagada. –Mi madre nunca se le escapa una.
—No mamá, la relación que tengo con Noel no va bien y no creo que vaya a más.
—¿Por qué?
Le cuento todo lo que ha ocurrido desde la última vez que la vi. Desde que nos volvimos a perdonar hasta las visitas que le hago a su abuela, pasando por la visita de Rocío. Ella escucha sin intervenir en ningún momento hasta que termino.
—Vaya, no es una situación fácil ni para ti ni para él. Pero tengo que mirar por ti y si no ve lo que sientes por él y las cosas que estás haciendo, no merece la pena. Si no quiere ver más allá, no lo verá. Lo que te recomiendo es que hables directamente con él y si no lo acepta, te vas, hay más hombres por ahí que darían todo por estar contigo.
Sabía que mi madre iba a darme un consejo así, necesitaba escucharlo, darme ese empujón que me faltaba para ponerme los tacones de mujer y plantarle cara a pesar de la situación que está viviendo. Pero yo también necesito una respuesta, saber que pasa para seguir luchando o irme y seguir con mi vida.
—Haré eso, mañana cuando vaya hablaré con él y conseguiré una respuesta clara. No necesito pasar más tiempo así innecesariamente. Tengo una vida aparte de él.
—Claro cariño, además si tiene a su amiga, no necesita más ayuda. Que vaya ella y le ayude si tanto le quiere. – Ahogo una carcajada, mi madre, no le falta razón la verdad. Creo que Noel saldría con las cosas claras de aquí si mi madre le dijera lo que piensa de todo esto.
—Gracias mamá.
En ese instante llega mi padre con Syrah detrás y yo me levanto. Creo que es hora de que me vaya, tengo cosas que arreglar en casa.
—Bueno yo me voy ya, gracias por la merienda y por la charla. –Me abrazo con mis padres y me voy de allí con las fuerzas renovadas.
Cuando llego a mi casa, pongo música en la televisión con Youtube, y me dispongo a recoger la casa. La tengo un poco desordenada por las visitas a Aurora y salidas con mi hermano e Isabel.
Después de recoger la cocina y el baño, voy a mi armario y empiezo a guardar la ropa que tenía afuera doblada. Estoy colgando los pantalones cuando veo en la esquina una bolsa y de repente me acuerdo. Es la camisa que le compré a Noel para reyes. Se me olvidó de dársela ya que estábamos peleados y luego la situación con su abuela.
Bueno, sería una buena forma de empezar, con una ofrenda de paz. Se la daré mañana cuando vaya allí. Espero que lo acepte porque sino me dejaría claro cuál es su postura y yo también tendría claro a dónde íbamos a llegar, a nada.
La dejo en el salón para que no se me olvide y termino de recoger lo que me queda. Ya mañana será otro día.
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Añejo
RomantizmAstrid es una exitosa enóloga de una bodega prestigiosa en Jerez de la Frontera que conoce a su nuevo empleado, Noel un técnico en vitivinicultura. Noel quiere conocerla pero Astrid dice que no hasta cierta noche donde cambia todo.