Sentimiento de culpa

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Con mi inminente llegada, los habitantes de la aldea estaban muy alegres y extasiados. Eso fue demasiado confuso para mí, creo. Era muy temprano. Hasta el día de hoy, jamás me había manifestado públicamente como diosa ante las muchedumbres...

Desde los tiempos antiguos, la existencia de Atena y sus Santos al servicio de la justicia, fueron prácticamente un mito urbano para la población. Mi deseo ferviente siempre fue mantener nuestra lucha en secreto para no perturbar la vida humana. Resulta que Kanon fue quien les habló a los aldeanos de mi presente reencarnación.

Sentada en un pequeño banco de madera, con una expresión alegre, esperaba que Kanon llegara ante mí para decirle una noticia importante.

Algunos minutos después, el geminiano aparece, muy contento dándome la bienvenida, comiéndose una rica fruta, y haciendo la etiqueta correspondiente. Mu estaba de espectador observando la situación.

Buenos días Kanon, ¿sorprendido de verme? ¿adivina por qué he venido aquí...?

Supongo que a hablar conmigo, ¿o qué?

Más bien a buscarte. Realmente deseo darte una estadía en el Santuario.

Al comentarle a Kanon la reciente noticia, su sonrisa se esfuma como por arte de magia.

Emm, ¿no le parece un tanto apresurada esa decisión?

¿Porqué lo dices? No es correcto que estés aquí. Tú eres un Santo de Atena y tu deber es permanecer conmigo, como el Santo de Géminis.

Pero señorita, Saga es el auténtico Santo de Géminis, yo solamente tengo derecho de serlo cuando él haya fallecido. Además... realmente me gustaría quedarme a vivir aquí (risas).

— Kanon, esa ley es algo anticuada, y temo decirte que solamente es válida cuando se está en guerra. Vamos, te suplico que me acompañes... Saga retomará el puesto de Patriarca, por lo tanto, tú tienes todo el derecho de estar en el templo de Géminis, ¡ya que no quiero que ese puesto quede vacante!

No lo sé señorita, no estoy convencido del todo...

— ¿Acaso te aqueja alguna cosa más?

— Así es señora Saori. Yo no sé que clase de relación voy a tener con mi hermano después de todos los antecedentes vividos anteriormente. Ni se como haré para mirarlo a los ojos cuando se me cruce. No he podido dormir a causa de eso.

— ¡Pues, hay que averiguarlo! ¿no crees? No me parece correcto evitarse, deben tener una reunión y hablar frente a frente, esa es la verdadera solución a todos los problemas.

— Si usted lo dice, creo que no hay más remedio.

Inmediatamente, Mu ofrece hacer uso de su telequinesis para llevarnos a ambos al Santuario, mas que todo para evitar la caminata bajo el caliente sol matutino.

— Atena. Seguro debe estar exhausta. Déjeme trasladarlos a ambos al Santuario, por favor. Yo tomaré otro camino. Iré a Jamir a reencontrarme con mi alumno. Vaya que tengo cosas pendientes con él... Y a atender alguna que otra tarea referido a las reparaciones de Cloths...

— Entiendo, Mu. ve tranquilo y gracias por tu amabilidad. Eres un buen hombre.

Gracias señorita. Así que, comenzaré. ¡Qué tengas suerte con tu hermano, Kanon! Señorita Saori, nos vemos, cuídese.

Mu levanta sus largos brazos y enciende su brillante cosmos para dar inicio al teletransporte. En un santiamén, aparecimos en la entrada del Santuario.

Acompañada de su presencia, así comencé el ascenso con Kanon para que se reencuentre con su hermano gemelo.

Saori Kido - Relato de una diosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora