Luego de emprender el camino hacia mi habitación, me recuesto sobre mi enorme cama. Demás está decir que mi sonrisa en ese momento era esplendorosa. Pero todo rápidamente se terminó tiñendo de negro, pues, esa misma noche, concilie el sueño para luego despertar abruptamente culpa de una abominable pesadilla.
Todo estaba relacionado con Hades y sus palabras que me quedaron incrustadas en mi corazón. Si, he querido restarle importancia al asunto pero lamentablemente no pude. Desperté asustada, sudorosa, y temiendo que lo que soñé algún día se haga realidad...
Dicen a veces que los sueños suelen ser una predicción del futuro, por ello jamás deben tomarse como algo a la ligera. Pero por otro lado... Hades ha sido destruido, no tendría que tomarme esto tan enserio. Aún así, no pienso ceder respecto a mi decisión.
En medio de la noche, alguien agita bruscamente la puerta de mi habitación. Era Saga, preguntándome qué me sucedió. Al parecer emitía sonidos estando dormida y eso fue lo que alarmó al señor.
- Mil perdones, no fue mi intención que despiertes de esta manera, he tenido una pesadilla bastante desagradable.
- No tienes que disculparte. Ten, te traje algo de agua para que bebas. ¿Puedo preguntarte qué fue lo que soñaste? Una diosa como tú no puede ser atormentada fácilmente de esa manera...
- Yo, no creo poder reproducir lo que soñé. Supongo que ha sido un remordimiento de consciencia o una muestra de lo que quizás pueda llegar a venir. Tiene que ver con las palabras de Hades, de lo que me dijo antes de morir. Lamentablemente Saga, no he dejado de pensar en eso desde que estábamos en el Santuario ¿entiendes? ¡no conseguiré relajarme del todo si no cumplo lo que pacté con él!
- Muy bien, no hay más que decir. Entonces, lo que haremos será lo siguiente: descansaras unas horas al menos. Mientras, yo preparo las cosas para regresar cuanto antes a Grecia, ¿vale? Emprenderemos nuestra pequeña misión antes de tiempo, según lo visto.
- ¿Harías eso por mí?
- Por supuesto. La misión del Patriarca es siempre asistir a Atena.
Ahora fue Saga quien extendió las suaves sábanas de mi cama para taparme. Una leve caricia en mi cabello departe suya fue más que suficiente para que las ganas de dormir volvieran en un santiamén.
Desde que tengo uso de razón, siempre que he hecho una promesa, trato en lo posible de cumplir inmediatamente. Por supuesto no las haría si estarían fuera de mi alcance, es decir, no prometo algo si no estoy dispuesta a cumplir, más allá de que hice un trato con el enemigo... Mi forma de ser es así. Y me parece algo más que lógico, ¿no?
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Saori Kido - Relato de una diosa
Fiksi Penggemar[COMPLETO] Relato en primera persona de la actual reencarnación de Atena. Desde sus temores, guerras y dudas hasta su amor por un Santo afligido. Inspirado en el manga y animé de Saint Seiya, propiedad de Masami Kurumada y Toei Animation. - PROHIBID...